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El modelo Pernambuco | 
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| Con políticas sociales y económicas eficientes, Eduardo Campos, el moderno político brasileño y aliado, pero a la vez un futuro rival presidencial de Dilma Rouseeff, ha sabido traerle prosperidad económica a Pernambuco, uno de los estados agrícolas más pobres y afectados por la mecanización de la producción de caña de azúcar en Sao Paulo. En este estado brasileño, el gobernador Campos ha consolidado un sistema de seguridad social en el que los trabajadores rurales tienen acceso a pensiones no contributivas. De hecho, hoy en día, unos 6.000 residentes de Timbaúba, lo que, en el pasado, fue uno de los pueblos azucareros en decadencia de Pernambuco, participan en la Bolsa Familia, un programa social iniciado por el ex mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que consiste en la transferencia directa de ingresos que beneficia a familias en situación de pobreza.
Aparte de los beneficios sociales, una fuerte inyección de capital permitió el crecimiento económico de esta localidad, que ahora cuenta con restaurantes, bancos, tiendas, fábricas automotrices, textiles y de calzado, etc. Esto, entre muchas otras buenas políticas, orientadas a desafiar la desigualdad social, ha convertido a Pernambuco en el estado con mayor crecimiento económico de Brasil. El renacimiento de este estado empezó con el desarrollo de un complejo industrial y la construcción plantas de energía eólica, puertos y astilleros. Es más, actualmente, unos 40 mil trabajadores están construyendo una gran refinería petrolera y plantas petroquímicas para la empresa petrolera estatal, Petrobras.
Mientras el resto de los estados brasileños temen una posible ola de desindustrialización, el gobernador de Pernambuco, Educardo Campos, sigue apostando fuertemente por atraer el capital privado y promover el desarrollo industrial. De hecho, desde que Campos inició su mandato en 2007, la aportación industrial en la economía de Pernambuco aumentó del 20 al 25% y ya se estima que alcanzará hasta un 30% para el 2015.
Si bien este desarrollo industrial ha permitido la caída de la tasa de desempleo, lo cierto es que las refinerías instaladas en Pernambuco ahora exigen personal capacitado, lo que es difícil de encontrar entre los cultivadores de caña de azúcar que abundan en el estado. Para remediar esto, Campos ha instado a los alcaldes a mejorar sus escuelas primarias con el otorgamiento de fondos extras y otros incentivos. También ha pactado acuerdos con institutos de educación privada para reformar el sistema de las escuelas medias estatales y aumentar las horas de formación. A cambio de este esfuerzo, los profesores han recibido aumentos salariales y bonificaciones vinculadas al rendimiento. Gracias a estas acciones, Pernambuco está aumentado sus niveles de desempeño educativo estatal y descendiendo sus índices de pobreza.
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Este es el resumen del artículo "El modelo Pernambuco" publicado en Octubre 27, 2012 en la revista The Economist.
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