|
Mirar a lo lejos |
|
| El culto al valor de los accionistas es la idea de que las compañías deben tener como objetivo, por encima de todo, el maximizar los retornos a los accionistas. Este culto ha producido ciertamente resultados perversos. La moda del pago vinculado a los precios de las acciones ha estimulado a algunos a manipular dichos precios. Por ejemplo, un gerente con opciones de acciones no obtiene nada si el precio de la acción no da en el blanco, por lo que puede tomar riesgos poco inteligentes para alcanzarlo. Ser del corto plazo es común en Wall Street: el tiempo promedio que la gente conserva una acción en la Bolsa de Nueva York se ha derrumbado desde ocho años en 1960, a cuatro meses en 2010. El énfasis en los resultados a corto plazo ha tentado a algunas firmas a escatimar en investigaciones e innovaciones, robando al futuro para halagar las ganancias de ese año.
Un estudio muestra que las compañías listadas han invertido solo el 4% de sus activos totales, comparado con un 10% para compañías mantenidas privadamente “perceptiblemente similares”. Un segundo estudio muestra que el 80% de los gerentes están ansiosos por reducir gastos en investigación y desarrollo o en publicidad para alcanzar estas cifras. Pero no todos los mercados de capital modernos ponen invariablemente los resultados a corto plazo por delante de los de largo plazo. A Amazon nunca le ha sido difícil atraer inversionistas, a pesar de invertir sus ganancias en planes a largo plazo para la dominación del mundo. Muchas otras acciones tecnológicas son ampliamente populares a pesar de tener retornos a corto plazo despreciables. Los críticos hacen una distinción entre el valor a largo plazo (bueno) y el valor a corto plazo (malo). Pero el valor a largo plazo no es sino valores a corto plazo apilados unos sobre otros. Y no está mal hacer chequeos regulares del rendimiento. Los resultados trimestrales de una compañía probablemente dirán algo sobre su salud a largo plazo así como sobre su rendimiento sobre el trimestre anterior.
Los críticos también han fallado en producir una medida alternativa del éxito que sea viable. Una idea es mirar la “satisfacción del cliente”, pero la mejor forma de satisfacer al cliente es dar todo por nada. Otra idea es descansar puramente en el juicio de los gerentes, pero eso es como permitir que los niños califiquen su propia tarea. Muchos críticos del modelo de accionistas abrazan en su lugar un modelo de participantes clave, pero esto es demasiado vago para servir como guía. Nadie sabe quiénes son los participantes clave de la compañía y cómo sus intereses competitivos son pesados unos contra otros. La gran virtud del precio de una acción es que proporciona una medida externa clara por la cual los gerentes pueden ser juzgados. La bolsa de valores no tiene una vista tan corta como algunos piensan. Amazon no es la única firma a la que ha premiado por tomar la vista larga, también a Toyota, IBM y John Deere. La mayoría de los gerentes que manipulan sus resultados para “alcanzar las cifras” son atrapados. El problema no es que los inversionistas sean tontos, sino que algunos gerentes piensan que lo son.
En vez de eliminar el valor del accionista, las compañías deben modificarlo. Algunos están mejorando en esto. Warren Buffett se niega por completo a darle una guía de las ganancias a los inversionistas. IBM ha producido un “mapa de carretera del 2015” para persuadirlos de que su gran inversión actual hará dinero en el futuro. L’Oréal y Air Liquide han ofrecido bonos de accionistas por mantener sus acciones por más de un período determinado. Google, LinkedIn, Zynga y otras compañías tecnológicas adoptaron estructuras de voto de clase dual que permita a los fundadores resistir la presión de producir resultados a corto plazo. Varias compañías permiten que sus CEO ejerzan sus opciones de acciones solo tras su retiro, para alentar un pensamiento a largo plazo. Como una vez dijo Bill Clinton sobre la actuación afirmativa, la mejor forma de lidiar con las limitaciones del valor del accionista es “compóngalo; no lo elimine”.
|
Este es el resumen del artículo "Mirar a lo lejos" publicado en Noviembre 24, 2012 en la revista The Economist.
Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Teoría gerencial.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|