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El acto de re-equilibrio | 
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| Las investigaciones a lo largo de los años han confirmado lo que la mayoría sabe: cualquiera que lleve adelante una familia y una carrera hace malabarismos para conciliar ambos; muchos preferirían un poco de tiempo extra, incluso sobre el dinero o el poder. Todos los padres tienden a pensar que enfrentan las situaciones exclusivamente pero cuando comienzan a hablar con otras personas, se dan cuenta de que todos tienen historias parecidas. Todos tratan de buscar soluciones creativas a los problemas.
El asunto es que en el caso de los hijos, estos crecen, pero pronto los padres tienen que hacerse cargo de sus padres (cerca de diez millones de adultos cuidan de sus padres hoy en día en Estados Unidos), lo que de alguna manera inicia de nuevo el ciclo.
Liz Ryan fundadora de la firma Liz Ryan Consulting comenzó en 1999 un foro femenino de discusión en línea llamada ChicWIT (hoy en día posee veinte mil miembros en 40 grupos de discusión en todo el mundo) dedicado a la asesoría en línea.
Tras leer muchas de las intervenciones, la que más le molesta es la frase "balance entre el trabajo y la vida", ya que le sugiere algo estático. Explica que el trabajo implica alta presión y rapidez de movimientos, por lo que “el balance” es un estado mítico de equilibrio que nadie logra en la vida. Más que buscar un balance, las personas se encuentran siempre entre el trabajo y la familia inclinándose más hacia un lado u otro según se requiera. Las políticas empresariales generalmente no consideran las ocupaciones familiares, por lo que se trata de un asunto de negociación, proyecto por proyecto, semana a semana.
A las empresas les gustaría ignorar el hecho de que los empleados tengan familias y las mujeres en particular caen en la trampa de nunca decir no en situaciones donde se ve amenazada la estabilidad familiar. Las mujeres también tienden a pedir disculpas cada vez que se presenta un problema entre el trabajo y el hogar, práctica que debería eliminarse. En el caso particular de Ryan, esta asesora ha hecho cambios sustanciales para poder pasar más tiempo con su familia, como mudarse cerca de la sede de la empresa y decidir conjuntamente con su esposo que sería él quien se quedaría en casa.
En cuanto al cambio organizacional, Ryan propone ejercer algo más de presión en el ámbito corporativo para que el hecho de tener tanto una carrera como una familia se torne un hecho aceptado de la cultura. Pero al respecto es poco lo que puede hacerse ya que de parte de las autoridades es improbable el establecimiento de reglas y además las soluciones serían por necesidad individuales. Al parecer la opción sería que la mayoría de los empleados asumieran la actitud de reconocer que cada quien tiene vidas fuera del trabajo y se deben manejar los problemas que se vayan presentado en ellas. Lamentablemente la mayoría de las empresas están todavía a un largo camino de esta situación, por lo que la tarea quedaría en manos de los gerentes.
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Este es el resumen del artículo "El acto de re-equilibrio" publicado en Octubre 6, 2003 en la revista Fortune.
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