|
|
Alergias en el lugar de trabajo | 
|
| Las alergias a los alimentos en general se están convirtiendo en una importante preocupación para los empleadores. Hoy un 4% de los adultos sufren de alergias que van desde ser leves a ser una amenaza para la vida, pero los niños están sufriendo de alergias a los alimentos dos veces más que los adultos. De ellos, cerca del 40% tiene una historia de reacciones severas o anafilácticas a la exposición (la anafilaxia surge rápido y puede causar la muerte entre los 30 a 60 minutos de exposición. Además, el 30% de las alergias a los alimentos son múltiples. A medida que estos niños crezcan y entren en la fuerza de trabajo, el número de empleados que sufrirán de alergias se multiplicará y la severidad de estas aumentará drásticamente. La mayoría de los empleadores no tienen políticas para manejar a los empleados con alergias a los alimentos; pronto no tendrán otra opción.
Históricamente, las alergias alimenticias no se elevaban al nivel de una incapacidad bajo la Ley para los Americanos con Incapacidades (ADA), pero la ADAAA ha expandido la definición y facilita al empleado mostrar que una condición es incapacitante dentro del alcance de ADA, que hoy extiende su cobertura a individuos con condiciones “episódicas o en remisión”, siempre que sus síntomas afecten una “importante actividad de la vida” cuando estén activos. Ya la ADAAA no permite considerar si los efectos de la condición pueden ser mejorados con medicación u otro tratamiento, lo que hace difícil argumentar que las alergias no son incapacitantes, aun si los síntomas son selectivos. La Comisión para Iguales Oportunidades de Empleo ha tomado ahora la posición de que las alergias que producen reacciones que amenazan la vida son per se sustancialmente limitantes bajo la ADAAA.
Como regla general, si un empleado establece que sufre de una incapacidad bajo la ADAAA, el empleador debe sostener un “proceso interactivo” con él para discutir si hay un posible ajuste que pueda permitirle llevar a cabo las funciones esenciales de su posición. Dichas modificaciones deben ser razonables. Las que son prohibitivas en relación al costo o muy difíciles de implementar, no suelen ser requeridas. Cuando se aplican a un empleado con alergia alimenticia, el asunto se complejiza más. Añadido a esto está el decidir cómo acomodar las incapacidades que se solapan. Donde el ajuste con un empleado represente una inconveniencia o molestia para sus compañeros, el empleador podría tener que conceder dicho ajuste, no así si representa una amenaza directa a la salud de otro empleado. La Red de Ajuste Laboral sugiere cómo encontrar ajustes más razonables para un empleado alérgico.
Los que proponen mayores derechos para los escolares con alergias alimenticias han sido exitosos en sus esfuerzos, lo que ha llevado a reformas radicales y a un aumento en la protección de esos niños por el Estado. Esto, junto con la correspondiente ratificación de la legislación de estado y federal, indica una concientización del gobierno en este asunto, y una apertura en la legislatura hacia el aumento de la protección de aquellos con alergias alimenticias. Los empleadores deben estar conscientes de que un patrón similar surgirá para los adultos con alergias alimenticias, a medida que estos niños crezcan y entren en la fuerza laboral.
|
Este es el resumen del artículo "Alergias en el lugar de trabajo" publicado en Diciembre 2012 en la revista HRE Online.
Vea otros artículos publicados en HRE Online u otros artículos sobre Recursos Humanos.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|
