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Un acto de malabarismo para los empleadores | 
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| Mientras muchas empresas se niegan a aceptar la existencia de las redes sociales o continúan obstaculizando su uso en el lugar de trabajo, otras han optado por apostar por esta nueva tendencia e implementar políticas y prácticas que promuevan la cultura y negocio corporativo y, a la vez, limiten las actividades de los empleados en los medios sociales. Lo cierto es que la vida de las plataformas sociales no será efímera, sino todo lo contrario. Cada vez son más populares: Facebook cuenta con 1 mil millones de usuarios; Twitter, con 500 millones de seguidores activos que generan más de 340 millones de tweets diarios; y LinkedIn agrupa más de 175 millones de perfiles.
Estos datos, aunado al hecho de que los empleados dedican gran parte de su vida a trabajar, dan a entender a las empresas que las redes sociales forman parte de unas del día a día de los empleados en su lugar de trabajo. Con el objeto de regular la información que se publica en estas plataformas sociales, las empresas están empezando a establecer políticas de medios sociales o incorporar cláusulas en sus nuevos sistemas de uso o políticas de control, en las que se determina qué contenido relacionado a temas laborales puede publicar o no un empleado en las redes sociales.
Si bien las empresas corren un riesgo enorme al permitir a sus empleados acceder a las plataformas sociales desde su lugar de trabajo, lo cierto es que existen varias estrategias que éstas podrían adoptar para minimizar su exposición legal e evitar dañar su reputación e imagen corporativa. El primer paso consiste en establecer el enfoque laboral considerando los objetivos de los empleados y la cultura corporativa antes de diseñar una política de medios sociales. Una vez fijado el enfoque de uso de las redes sociales en el lugar de trabajo, se procede a elaborar una serie de políticas con la ayuda de una buena asesoría legal.
Estas prácticas legales deben incluir detalles que van desde la propiedad de sistemas electrónicos y de monitoreo hasta cláusulas de información corporativa confidencial y componentes disciplinarios. En caso de violación de alguna política en los medios sociales, es necesario ser prudente, estudiar cuidadosamente los hechos y las futuras acciones legales y evitar caer en reacciones impulsivas.
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Este es el resumen del artículo "Un acto de malabarismo para los empleadores" publicado en Febrero 2013 en la revista HRE Online.
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