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El nuevo supermodelo



Revista: The Economist
Tema: Economía
Fecha: Febrero 02, 2013
Los países pequeños a menudo se encuentran a la vanguardia cuando se trata de reformar al gobierno. En los años 80, Inglaterra era el modelo a seguir gracias al thatcherismo y la privatización. El diminuto Singapur ha sido un modelo a seguir por largo tiempo para muchos reformistas. Ahora los países nórdicos parecen que asumirán un rol parecido.

Esto es debido en parte a que los cuatro principales países nórdicos –Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia– les está yendo bastante bien. Si usted tuviera que renacer en cualquier parte del mundo como una persona con talentos e ingresos promedio, usted querría ser vikingo. La agrupación nórdica posee de todo desde una competitividad económica y salud social hasta la felicidad. Estas naciones han evitado tanto la esclerosis económica de la Europa del Sur como la desigualdad extrema de EUA. Los teóricos de la economía han llegado a llamar la modernización exitosa al hecho de “llegar a Dinamarca”. Mientras tanto una región que fue una vez sinónimo de la fabricación de muebles estilo “hágalo usted mismo” y la agrupación musical ABBA se ha convertido en un refugio cultural, hogar de la serie de TV The Killing, el restaurante Noma y el videojuego Angry Birds.

Así como se explica aquí, algo de esto se debe a un tiempo favorecido por la suerte: los nórdicos astutamente se las arreglaron para tener su propia crisis de deuda en los años 90. Pero la segunda razón por la cual el modelo nórdico está de moda es más interesante. Para los políticos en todo el mundo –especialmente los del endeudado Occidente– estas naciones ofrecen un esquema de cómo reformar el sector público, convirtiendo así al Estado en uno mucho más eficiente y receptivo.

El nuevo modelo nórdico, sin embargo, no es perfecto. El gasto público como proporción del PIB en estos países es todavía mayor que lo que se quisiera, o en realidad que de lo sostenible que será. Sus niveles de fiscalidad todavía alientan a los empresarios a mudarse al exterior: Londres se encuentra lleno de suecos jóvenes y astutos. Demasiadas personas –especialmente los inmigrantes– viven de los beneficios que se ofrecen. Las presiones que han forzado a sus gobiernos a recortar el gasto, como el de hacer crecer la competición a nivel global, forzarán a que hayan más cambios. Los nórdicos son excesivos comparados con Singapur, y no se han enfocado lo suficiente en los beneficios de la comprobación de medios económicos.

De todas formas, muchos más países deberían fijarse en los nórdicos. Los países occidentales alcanzarán los límites del gran gobierno, así como pasó con Suecia. Cuando Ángela Merkel se preocupa de que la Unión Europea posea el 7% de la población mundial pero la mitad de su gasto social, los nórdicos se convierten en parte de la respuesta. Ellos además demuestran que los países de la Unión Europea pueden llegar a ser unos éxitos económicos genuinos. Y mientras los países asiáticos introducen los estados de bienestar social ellos además fijarán sus miradas en los nórdicos: Noruega es un enfoque particular para los chinos.

La lección principal que se aprende de los nórdicos no es ideológica sino práctica. El Estado es popular no debido a que es grande sino debido a que funciona. Un sueco paga sus impuestos con más voluntad que un californiano porque obtiene escuelas decentes y asistencia médica gratuita. Los nórdicos han presionado por reformas de largo alcance llevándose por delante a sindicatos y cabildistas empresariales. La prueba existe allí. Usted puede inyectarle mecanismos de mercado a los programas estatales de bienestar social para agudizar su desempeño. Usted puede colocarle programas de derecho a fundaciones sólidas para evitar empobrecer a las generaciones futuras. Pero se necesita de voluntad para eliminar la corrupción y los intereses particulares. Y debe estar listo para abandonar las gastadas ortodoxias de la izquierda y derecha y ocurrírsele buenas ideas en todo el espectro político. El mundo estará estudiando el modelo nórdico en los años por venir.




Este es el resumen del artículo "El nuevo supermodelo" publicado en Febrero 02, 2013 en la revista The Economist.

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