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Las ideas correctas en los lugares incorrectos |
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| Actualmente, la mayoría de las industrias sufre los grandes retos derivados de las presiones por el fuerte endeudamiento y la baja rentabilidad, como consecuencia de la globalización, digitalización y recesión económica. Por ello, no es de extrañar que los empresarios busquen, con urgencia, una innovación más estratégica para solucionar los problemas de sus corporaciones. Además, no todas las ideas son bien recibidas, pues el hecho de dar con innovaciones que no han sido demostradas, hasta entonces, como exitosas, supone una apuesta muy arriesgada para la realidad corporativa actual. Si nos adentramos en cómo surgen esas ideas prácticas, debemos considerar la teoría formulada por el ganador del premio Nobel de Fisiología y Medicina (2000), Eric Kandel, quien establece que el cerebro está involucrado en todo el proceso creativo de las ideas.
Para Kandel, el lado derecho del cerebro es tan analítico y lógico como el izquierdo; y el izquierdo es tan creativo e intuitivo como el derecho. Desde el nacimiento, el cerebro asimila los estímulos, los analiza y los almacena en bloques de memoria. Cuando aparece un reto particular, el cerebro busca alguna aparente conexión en esos bloques de memoria. Al dar con esa relación, los recuerdos se combinan con el nuevo estímulo y es allí donde aparece una nueva idea. Esta teoría demuestra que ni una concepción o deducción milagrosa ni un proceso tradicional de lluvia de ideas dan origen a una innovación estratégica. Las ideas provienen de la intuición estratégica de aquél que hizo las conexiones apropiadas para resolver un reto en específico.
Sin duda alguna, estos avances ayudarán a las empresas a producir ideas más innovadoras para sus estrategias. No obstante, para dar con la solución correcta a sus problemas, las corporaciones deben considerar los siguientes tres puntos: El primero radica en definir el reto estratégico. Para encontrar las ideas apropiadas de cara a resolver un problema, es necesario entender, al detalle, la situación y el desafío. Con el problema en mente, se consideran todas las soluciones posibles, todas las piezas que han ayudado en el pasado a resolver un contexto similar. En el segundo punto, se crea un inventario de precedentes que sean relevantes para solucionar el reto. A medida que este inventario se hace más grande y preciso, mayores serán las posibilidades de hacer las conexiones entre una experiencia pasada y una innovación.
No obstante, varios expertos sugieren considerar el entorno exterior, analizar qué están haciendo otras empresas para dar con una innovación estratégica. Al analizar todo el escenario, se recurre al tercer punto: la recombinación inteligente, que consiste en unir creativamente los precedentes del inventario con las soluciones de cada uno de los aspectos del reto estratégico. Para estimular esta recombinación inteligente, se deben cumplir ciertas condiciones, tales como 1) mantener la mente relajada, 2) lidiar con los problemas de forma calmada, 3) meditar libremente, 4) hacer nuevas conexiones, evitando buscar respuestas rápidas por estar estresado o limitado de tiempo. Normalmente, las buenas ideas nacen fuera de las salas de reuniones, sesiones de lluvia de ideas; más bien éstas son concebidas cuando se realiza una actividad donde no hay presión de por medio o cuando el cerebro está relajado y puede utilizar su enfoque natural para innovar.
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Este es el resumen del artículo "Las ideas correctas en los lugares incorrectos" publicado en Abril 2013 en la revista Strategy + Business.
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