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¡Yo soy el jefe! ¿Por qué me debe importar si le agrado o no? | 
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| Buena parte de las personas asumen que es imposible ser un líder efectivo sin ser a la vez una persona agradable. Y tienen razón. A continuación, algunos comportamientos propios de los líderes más allá de contar con una sonrisa atractiva.
- Aumentar los lazos emocionales positivos con los demás: las emociones son tan contagiosas como la gripe. Si un líder está molesto o frustrado, sus sentimientos se le pegarán a los demás. Y, al contrario, si el líder es positivo y optimista, sus subordinados también lo serán.
- Integridad: ¿Confían los demás en que el líder es justo y hará lo correcto? Nos gustan los líderes en los que podemos confiar.
- Cooperar con los demás: algunos líderes creen que están en una competencia con el resto de la organización. Pero el fin de una organización es unir a los empleados para que trabajen con un propósito común.
- Ser un mentor y un maestro: la mayor parte de las personas tiene recuerdos agradables de sus entrenadores o mentores. Los demás nunca olvidarán la ayuda que les hemos brindado.
- Ser una inspiración: los líderes más exitosos son los que se ponen manos a la obra. Los líderes que generan inspiración son los más agradables.
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Este es el resumen del artículo "¡Yo soy el jefe! ¿Por qué me debe importar si le agrado o no?" publicado en Mayo 2013 en la revista HBR Blog.
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