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Declive europeo | 
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| Si bien la comunidad internacional ha desviado su foco de atención de Europa últimamente, lo cierto es que muchos economistas no dejan de pensar en el incierto futuro económico de la eurozona, pues aún siguen muy latentes las amenazas de su posible disolución. Sin duda alguna, al frente del fuerte crecimiento económico de Brasil y China, las economías europeas se muestran sumamente debilitadas debido a su crecimiento anémico, crisis incesante y compleja toma de decisiones de sus organismos gubernamentales.
No obstante, hay quienes creen que la Unión Europea está muy lejos de desintegrarse, pues esta comunidad política y económica aún cuenta con bases sólidas para prolongar su existencia. Además de constituir la economía única más grande del mundo con el segundo presupuesto en defensa más alto tras EUA, este bloque cuenta con un PIB per cápita más alto que el de China, Brasil e India. En cuanto al poder político, la UE, con la inclusión de más Estados miembros, ha contribuido a reducir los conflictos étnicos en la región, exportar el Estado de Derecho, desarrollar economías bálticas y balcánicas, regular el comercio internacional, fortalecer relaciones comerciales con Asia, limitar las emisiones de carbono y procesar crímenes contra los derechos humanos.
Lo cierto es que la UE constituye un nuevo modelo de integración que agrupa los recursos y la soberanía de 27 Estados, bajo un mercado único del tamaño de un continente, una misma legislación y presupuesto para resolver problemas que van desde acabar con las amenazas del crimen organizado hasta luchar contra el cambio climático. Si bien este proyecto económico sirvió para reducir la deuda, aumentar las exportaciones, forjar una economía más competitiva, lo cierto es que esta alianza está pasando, actualmente, por serios y complejos retos dado el desbalance interno de las distintas economías de la eurozona y la amenazadora posibilidad de que las naciones debilitadas, tales como Grecia e Italia, incurran en impagos de los préstamos otorgados o que Gran Bretaña se separe finalmente de la UE.
Para hacer frente a la crisis actual, los Estados miembros de la UE han firmado un pacto fiscal que los compromete indefinidamente a cumplir medidas de austeridad, no vinculadas al gobierno de turno. Más allá de la situación económica, los gobiernos europeos deberán enfrentarse, en un futuro, a una problemática demográfica: el envejecimiento y disminución de la población europea. Ante esta realidad, los gobiernos europeos se verán en la necesidad de aumentar urgentemente la población activa y la tasa de natalidad a través de las siguientes medidas: 1) alargar la edad de jubilación, 2) ampliar los beneficios sociales de la maternidad, 3) ofrecer servicios e instalaciones de cuidados infantiles, 4) otorgar manutenciones infantiles o deducciones fiscales, 5) flexibilizar las políticas migratorias, entre otras.
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Este es el resumen del artículo "Declive europeo" publicado en Junio 2013 en la revista Foreign Policy.
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