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El espíritu del diablo | 
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| Hablar de vino chileno fuera de Chile es referirse a Concha y Toro. Esta empresa es responsable del 20% de los US$ 1.200 millones que ese país exporta del producto y su liderazgo se apoya no sólo en su capacidad de producción sino en una agresiva campaña de marketing que ha colocado sus vinos en 96 países.
La marca más reconocida de esta organización es Casillero del Diablo, a la cual la bodega dirigida por Eduardo Guilisasti ha apostado la vida. Para su lanzamiento en el Lejano Oriente el año pasado, Concha y Toro eligió como escenario la milenaria fortaleza de Ju Yong Guan Pass, una de las puertas estratégicas de la Gran Muralla China, a la cual concurrieron 200 personas.
Guilisasti también está haciendo otras apuestas a su portafolio de productos, entre ellas, Almaviva, un vino de primer nivel producido en conjunto con Baron Philippe de Rothschild, la legendaria bodega francesa, y los vinos finos orgánicos, que está comenzando a desarrollar en parte de sus viñedos Guilisasti y su equipo no sólo producen buen vino, también saben venderlo muy bien, un pequeño detalle que puede hacer la diferencia para alcanzar el éxito.
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Este es el resumen del artículo "El espíritu del diablo" publicado en Octubre 2003 en la revista América Economía.
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