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Por qué tantos programas de liderazgo terminan fracasando | 
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| Es cierto que el objetivo que persigue cualquier programa de liderazgo radica en buscar un cambio de comportamiento en los participantes, en ayudarlos a mostrarse al mundo de una manera distinta, a decir y hacer cosas de formas innovadoras con el fin de producir resultados positivos. No obstante, después de analizar los resultados arrojados por muchísimos programas, sesiones, talleres y retos de liderazgo, varios especialistas reconocen haber fracasado al enseñar algunas lecciones de liderazgo, pues una buena parte de sus líderes empresariales no saben poner en práctica las nociones estudiadas.
Ante esta realidad, muchos consideran que la dificultad de la enseñanza del liderazgo no está en la teoría, sino en su implementación. No se trata de saber qué hacer o qué decir, sino de estar dispuesto a experimentar cierta incomodidad, riesgo o inseguridad al expresar o hacer algo no muy grato. En pocas palabras, el principal reto del liderazgo radica en tener que desarrollar el coraje emocional, la cual supone imponerse ante otros sin marcar distancia de ellos, hablar cuando otros permanecen callados. En resumen, el coraje emocional equivale a responder productivamente a las oposiciones sin desconcentrarse.
Tras haber detectado el foco del problema: la falta de coraje emocional, los expertos consideran necesario cambiar sus estrategias habituales de enseñanza del liderazgo y obligar a sus líderes a poner en práctica los conocimientos adquiridos en situaciones retadoras reales. Para ello, éstos sugieren estos dos consejos:
1. Incluir el liderazgo en el trabajo, ya que éste es el entorno ideal para fusionar el aprendizaje con la práctica.
2. Enseñar las lecciones de liderazgo basándose en potenciar el coraje emocional. La mayoría de los programas de liderazgo pretenden crear un entorno seguro de aprendizaje, en donde se señalan los puntos más importantes del liderazgo, se analiza este comportamiento en los distintos casos de estudio y, en algunos casos, se hacen simulaciones.
No obstante, esto puede ser un error, pues la única manera de enseñar el coraje emocional es ofreciéndoles a las personas la posibilidad real de experimentar las emociones o sentimientos propios de una situación incómoda de liderazgo. A medida que las personas se enfrenten un riesgo mayor a ser vulnerables, a comunicar o escuchar algo incómodo o adoptar un nuevo comportamiento durante sus sesiones de liderazgo, más fácil será para ellos asumir dichas posturas en la vida real.
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Este es el resumen del artículo "Por qué tantos programas de liderazgo terminan fracasando" publicado en Julio 2013 en la revista HBR Blog.
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