|
¿El fin de las mesas y de la privacidad en la oficina? |
|
| Cada vez son más las empresas que están apostando por diseños más modernos para sus oficinas. De hecho, muchas de ellas están empezando a adoptar una filosofía de espacios abiertos, conocida actualmente como "hoteling". La idea de espacios abiertos es originaria de Europa y llegó a EUA entre los años 50 y 60; desde entonces, ha proliferado con la apertura de empresas sofisticadas, tales como Google, Facebook y Apple. La idea es que no haya barreras jerárquicas; todos los empleados, incluyendo los gerentes, están distribuidos en vecindades, sin un lugar o mesa establecida. Una buena parte de los empleados hacen sus tareas de pie en terminales de PC.
Al acabar con los paneles divisorios de los cubículos y las paredes, los empleados pueden desplazarse libremente de un sitio a otro, pasar un tiempo en la cafetería y compartir salas, con lo que se promueven los encuentros casuales. Los objetivos de esto es que los trabajadores 1) estén más abiertos al diálogo, la colaboración, la diseminación de ideas, 2) aumenten la confianza, disminuyan el número de correos y las reuniones formales, 3) agilicen la toma de decisiones, 4) mejoren la atención a sus clientes, algo que es poco probable que ocurra cuando los empleados están limitados a hacer sus funciones en un espacio establecido.
Sin duda, esta nueva distribución de espacios, también conocida como “trabajo inteligente” o “estrategia de contención de costes”, trae consigo beneficios económicos, pues el mismo número de trabajadores es reubicado en un espacio mucho más reducido. No obstante, hay algunos que ven las oficinas con espacios abiertos con cierto recelo, pues consideran que imponen cargas adicionales, sobre todo estrés, a los trabajadores, pues el no tener un espacio propio y el romper con la rutina podría llevar a un bajo desempeño laboral.
De hecho, varios estudios han revelado que existe un vínculo estrecho entre el espacio personal de la oficina y la relación de confianza. Para muchos negociadores, la idea de jugar en casa ante ciertos rivales les resulta más cómoda y placentera, lo que se traduce, evidentemente, en un mejor rendimiento. Por otra parte, los espacios abiertos deben planificarse y gestionarse bien no sólo para evitar causar incomodidades (falta de privacidad, incapacidad de concentración por el ruido o las múltiples interrupciones), sino también para impedir la erosión de los ahorros previstos en las instalaciones. Por tal razón, es vital entrenar y preparar a los empleados antes del cambio para estudiar la manera más óptima de distribuir los espacios considerando las funciones del personal.
|
Este es el resumen del artículo "¿El fin de las mesas y de la privacidad en la oficina?" publicado en Julio 23, 2013 en la revista Knowledge @ Wharton.
Vea otros artículos publicados en Knowledge @ Wharton u otros artículos sobre Recursos Humanos.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|