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Las personas más poderosas de la organización son los desarrolladores de software | 
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| En toda gran transición tecnológica, las corporaciones pasan por un período en el que los desarrolladores acumulan gran poder. Por un lado, tiene sentido que quienes entiendan las nuevas y complicadas tecnologías estén al frente; pero por otro lado, los desarrolladores tienen una agenda que no necesariamente está alineadad con los objetivos de negocio.
Las tecnologías del momento (movil, big data, computación en la nube, medios sociales) nos ubican en uno de esos momentos complicados, ya que ocasionan cambios dramáticos y dolorosos en el organización, mientras que tienen que lidiar con aplicaciones inflexibles pero necesarias para las operaciones normales.
A esto hay que agregarle que la velocidad del cambio tecnológico es mayor que las habilidades disponibles en el departamento de TI. Cuando esta brecha crece demasiado (como ahora), los líderes de negocio tienen que apoyarse en sus principales desarrolladores para tomar decisions que repercutirán en la empresa por años. Y los desarrolladores tienden a basar sus decisiones en aquellas herramientas que encuentran interesantes y que pueden mejorar su propia carrera. A veces, los objetivos de los desarrolladores coinciden con los de la empresa, pero con frecuencia las tecnologías de moda no se adaptan a las exigencias del negocio o no tienen la madurez suficiente. Los gerentes de TI están en desventaja, puesto que se enfocan más en asuntos del negocio y no tanto en herramientas y tecnologías.
Los líderes de la empresa no se pueden quedar de brazos cruzados. Deben, por un lado, hacer que los desarrolladores conozcan y se hagan expertos en las herramientas innovadoras (asegurando así que le empresa esté lista para una nueva generación de tecnologías que pudieran impactar a la empresa), pero por otro lado, establecer un mecanismo de supervision, un equipo con representantes del negocio, TI y desarrollo, que con una lista de criterios establecidos, evalúen si una herramienta emergente debería ser la base de una iniciativa estratégica de negocios.
Algunos criterios sugeridos para dicha evaluación:
- ¿Es la tecnología respaldada por un proveedor estable?
- ¿Se adhiere la tecnología a los estándares de la industria?
- Si el proveedor falla, ¿permite la tecnología migrar a otro ambiente?
- ¿Cuadra la tecnología con la estrategia de la empresa?
- ¿Es el beneficio de la tecnología tan grande que valga la pena el riesgo?
No cabe duda del valor e importancia de las tecnologías innovadoras y emergentes; deben ser utilizadas por las empresas que quieran conseguir una ventaja competitive en industrias complejas. El debate está en cómo y cuándo deben ser utilizadas. Esto puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
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Este es el resumen del artículo "Las personas más poderosas de la organización son los desarrolladores de software" publicado en Agosto 2013 en la revista Business Week.
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