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La lenta recuperación de Europa | 
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| En el segundo trimestre de 2013, Europa creció un 0,2% y la manufactura aumentó por primera vez en dos años, pero esto no ha influido mucho en el desempleo, cuyo indicador es lento, y necesita una cifra de crecimiento superior para moverse. Europa tuvo una recaída justo después de la crisis financiera, y luego una segunda, que se sintió más en los países periféricos del sur. No creo que el crecimiento se acelere en los próximos dos o tres años (se situará entre un 0,2%, un 0,5%, un 0,6% más o menos), pero tampoco habrá una tercera recaída en la recesión. No se sabe cómo se comportará el empleo y es mejor ser cauteloso en las perspectivas porque no todos los países de Europa han hecho ajustes ni han recuperado la competitividad perdida en los últimos diez años antes de la crisis.
Más de la mitad de exportaciones de los países europeos van hacia otros países de Europa, y la mayor parte a países de la zona euro. Todos compiten en las mismas categorías de productos. Hay una gran superposición entre las cuatro mayores economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España). De ellas, España ha hecho los mayores ajustes (aunque no los suficientes), y ha recuperado cerca de un tercio de la competitividad que perdió antes de la crisis. Italia ha hecho muy poco y políticamente está en una situación de gran confusión. Francia no ha recuperado nada del terreno perdido respecto a Alemania, aunque su economía, de forma sorprendente, dejó atrás la recesión y está creciendo. De otros países menores como Portugal, Grecia e Irlanda, el que más ajustes ha hecho es Irlanda. Ellos necesitan tiempo para ajustarse, pues tienen que pasar por una devaluación interna muy lenta y dolorosa. Necesitan ajustar los salarios y aumentar la productividad y eso toma tiempo.
Las reformas que estos países han estado introduciendo no buscan sólo reducir el déficit presupuestario. España no ha tenido mucho éxito con eso, pero sí con la reforma del mercado laboral y la reducción de costes. Antes de la crisis, ya registraba déficit en la balanza de pagos, pues importaba mucho más que exportaba. Y por primera vez en 25 años, desde hace algunos meses, esto se revirtió. Es muy importante para esos países recuperar su competitividad, porque perdieron buena parte de ella, no sólo las economías emergentes, sino incluso Alemania, Holanda y Austria, los más competitivos de Europa. Ellos necesitan recuperar el terreno perdido en los últimos 15 años. En los últimos dos o tres años, con políticas de austeridad, consiguieron subsanar parte de esa diferencia, pero no acabar con el déficit del Gobierno, porque la tasa de desempleo aún es muy alta.
El ritmo de crecimiento de la zona euro de aquí a dos años dependerá de que siga existiendo la zona. Para que pueda crecer, necesita que Alemania, Francia, Italia y España, crezcan. El principal problema es Italia, que no ha hecho los ajustes necesarios. Las economías de Europa dependen de forma excesiva del crédito bancario, pero sus gobiernos han sido lentos en limpiar los bancos, asegurando así que puedan volver a financiar empresas y conceder créditos. Incluso en Alemania, estos siguen sobrecargados. Y hay otro problema que la zona euro necesita resolver a medio plazo: crear una estructura fiscal que soporte la moneda común. Se espera que la vuelta a la normalidad sea posible cuando esas instituciones entren en funcionamiento. Eso, sin embargo, debería llevar de tres a cinco años.
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Este es el resumen del artículo "La lenta recuperación de Europa" publicado en Octubre 10, 2013 en la revista Knowledge @ Wharton.
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