|
Cómo escuchar cuando nuestros estilos comunicacionales son diferentes |
|
| Los buenos comunicadores a menudo fallan en escucharse entre ellos, lo que suele deberse a una disparidad de estilos: a alguien que prefiere el desahogo, alguien que da explicaciones le parece condescendiente, detallista y aburrido; y los que dan explicaciones consideran a los primeros como impulsivos, invasivos y demasiado emocionales. Frente a esto, las posibilidades de entenderse son muy bajas, pero como no es posible (ni siquiera deseable) trabajar sólo con personas que coincidan con nuestro estilo de comunicación, es necesario desarrollar la habilidad de tratar de entender su estilo de comunicación. Esto podría ser un esfuerzo increíble. Cuando alguien está gritando o explicando, esto dispara una parte de su cerebro medio emocional que es la amígdala, que desesperadamente quiere capturar su atenta forma de escuchar y en su lugar lo hace reaccionar instintivamente con cualquiera que sean sus reacciones predeterminadas. Y resistirse a esto lo deja a uno exhausto.
Si su contraparte conversacional es del tipo impulsivo, usted podría decirle que se calme (lo que solo lo hará alterarse más), que se calle y esté en silencio (lo que lo hará gritar más, pues pensará que no lo está oyendo), o tratar de señalarle cuan irracional es su estilo (lo que percibirá como condescendencia o pedantería). Es preferible dejar que se desahogue y no tomarlo personal. Enfóquese en su ojo izquierdo, que está conectado al cerebro derecho (el emocional), déjelo terminar y entonces diga, “Puedo ver que estás realmente frustrado. Para asegurarme de que no me pierdo de algo, ¿cuál es la cosa más importante que necesito hacer a largo plazo, cuál es la cosa decisiva que tengo que hacer a corto plazo, y qué es lo que tengo que hacer tan pronto como pueda?”. Puede que sí tenga algo importante que decir, aun cuando no lo esté comunicando muy bien. Después de que responda, repítale lo que usted escuchó para verificar que haya comprendido lo que quería comunicar. Escucharlo lo desacelerará a él, lo ayudará a usted a mantenerse centrado y en control, y le hará ganar tanto su respeto, como el propio.
Si su contraparte es un explicador, No trate de sonreír y reprimir su impaciencia, aunque sea a un nivel inconsciente él lo sentirá y eso lo hará hablar más. Él explica y enfatiza las cosas probablemente porque siente que la gente no le presta atención a lo que dice, o tal vez no se sienta escuchado por alguien en su vidas (esposa, hijos, padres, o jefe) y ahora está aliviado de tenerlo a usted como audiencia cautiva. Cuando el explicador continúe su explicación, ponga una pausa mental en lo que esté haciendo y mire su ojo izquierdo con una mirada que muestre que usted lo está entendiendo a cabalidad. No se frustre, recuerde que él necesita hacer esto, y sea paciente. Cuando hayan terminado, reconózcale que tiene mucho que decir y pídale precisiones como hizo con el impulsivo, luego también repita lo que escuchó para verificar.
Usted probablemente se resista a estas cosas, pero hay varias razones por las que debe intentarlo: no es probable que ellos cambien, pues son rasgos personales muy profundamente arraigados. Siendo más abiertos e invitándolos a hablar en lugar de cerrarse y resistirse, disminuirá su necesidad de actuar de esta forma. Escuchar pacientemente tiene encanto para calmar a la salvaje (o aburridora) bestia. Usted sentirá más respeto y estima por sí mismo. Los enfoques expuestos más arriba le permitirán permanecer frío, calmado, centrado y comunicativo en unas situaciones en las que antes se hubiera sentido frustrado y le hubieran hecho reaccionar pobremente.
|
Este es el resumen del artículo "Cómo escuchar cuando nuestros estilos comunicacionales son diferentes" publicado en Octubre 2013 en la revista HBR Blog.
Vea otros artículos publicados en HBR Blog u otros artículos sobre Desarrollo personal.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|