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Asuntos terrenales | 
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| Alrededor del 40% de los católicos romanos del mundo viven en América Latina y 123 millones de ellos en Brasil, más que en cualquier otro país. Así que existía el doble de probabilidades de que el Papa Francisco, el primer papa latinoamericano, hiciera su debut como viajero internacional al pasar una semana en Brasil desde el 22 de julio de este año. El viaje, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Juventud de la iglesia, fue pautado antes de la ascensión de Jorge Mario Bergoglio, antiguo arzobispo de Buenos Aires, al papado.
A diferencia del Papa Benedicto, quien pasara la mayoría de su visita en Brasil con los obispos, Francisco se reunió con la juventud, visitó hospitales, atendió dos eventos en la playa de Copacabana y visitó una favela en Río de Janeiro que recientemente fuera controlada por narcotraficantes. La nueva identificación que tiene el papa con la gente común y corriente y su despojo hacia los lujos cayó muy bien en Brasil, la cual ha protagonizado recientemente grandes marchas contra la corrupción y por unos mejores servicios públicos.
Pero la iglesia se encuentra en problemas en Brasil, así como en todas partes. Ésta se encuentra perdiendo rápidamente a sus fieles que están migrando a un sinnúmero de iglesias protestantes o al ateísmo. Su imagen ha sido dañada debido a su fracaso en confrontar los crímenes de sacerdotes pedófilos, mientras sus enseñanzas acerca del control de natalidad están siendo ampliamente ignoradas.
La respuesta más efectiva del catolicismo en Brasil proviene del carismático movimiento, el cual imita los métodos evangélicos. Dirigido por sacerdotes bien parecidos y extrovertidos que son tanto hombres del teatro y cine como eclesiásticos, éstos utilizan la música de rock and roll y medios sociales para llegarles a los jóvenes. Los más famosos de ellos, como el Padre Marcelo Rossi de Sao Paulo, han ocupado el primer lugar en las listas de música pop y bestsellers. Mientras los obispos impidieron que el Padre Rossi cantara en una misa con el Papa Benedicto en 2007, él y otros carismáticos sacerdotes fueron invitados a uno de los eventos del Papa Francisco en Rio de Janeiro.
Los rivales de los carismáticos sacerdotes del movimiento de la teología de la liberación que fuera una vez influyente en Brasil, los cuales se identifican con la izquierda política, además esperan que Francisco pudiese ser un papa transformador, según Frei Betto, un fraile dominicano. A él le gustaría que el Papa Francisco se hiciera cargo de los asuntos concernientes a los matrimonios del mismo sexo, abortos y el clero femenino. Eso posiblemente no sucederá. Pero el énfasis que hace el papa sobre los pobres y la justicia social se debe en parte a la teología de la liberación, según Massimo Faggioli, un teólogo de la Universidad de St. Thomas en el estado de Minnesota, EUA. “La teología de la liberación no volverá a ser como lo era en los años 70 y 80, pero esos asuntos y las perspectivas teológicas siguen vivas en las nuevas voces. Él puede reformularlas ahora para darle respuestas a las emergencias de la actualidad”.
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Este es el resumen del artículo "Asuntos terrenales" publicado en Julio 20, 2013 en la revista The Economist.
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