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El iPad va a la escuela | 
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| Durante el mes de septiembre, el Distrito Unificado de Los Ángeles (LAUSD por sus siglas en inglés) en el estado de California comenzó a llevar a cabo un plan de US$50 millones para equipar a 30.000 estudiantes en 47 escuelas desde kindergarten hasta el doceavo grado con iPads. Darle a los niños iPads suena como instalar máquinas de dulces en cada escritorio, o incluso peor, consolas de Xbox. Los educadores naturalmente no están de acuerdo con esto. Se invirtieron US$678 por iPad, a los cuales les fueron cargados un software especial del grupo educativo Pearson y bloqueados para que los estudiantes no anduvieran navegando en Internet sin vigilancia alguna.
Tan sólo pasaron unos días para que los estudiantes de la Escuela Secundaria Westchester, al suroeste de Los Ángeles, pudieran eludir el software que servía como filtro y actualizaran sus páginas de Facebook y transmitieran música por Pandora. “Era predecible que las personas encontrarían una forma de hacerlo”, dijo un estudiante de Westchester de 16 años. “No fue nada difícil”.
El LAUSD trató la falla de seguridad como una crisis. Westchester y otras dos escuelas en donde los estudiantes se las ingeniaron para liberar sus iPads ordenaron que se les retornaran todas las tablets. En una nota confidencial interceptada por el periódico Los Angeles Times, el jefe de policía del LAUSD advirtió sobre actividades de “hackeo” más grandes por parte de los estudiantes y sugirió que el distrito se estaba moviendo demasiado rápido con respecto al asunto.
El fiasco en Los Ángeles confirma los temores de muchas personas acerca de la proliferación de dispositivos en las aulas de clase. “Si el objetivo era el de permitirles a los niños que tuvieran un iPad gratis para poder entrar en Facebook y en otras redes sociales, entonces ha sido cumplido”, dijo Diane Ravitch, autora de Reino del Error: El Engaño del Movimiento de Privatización y Peligro que Existe en las Escuelas de EUA. “Qué es lo que tiene que ver esto con un mejor aprendizaje, no lo sé”. Ravitch no es la única persona que no se siente cómoda con el aumento de la llamada edu-tablet. “Sólo veo una loca carrera de muchos distritos escolares para a la final decir ‘Compramos unas iPads. ¿Y ahora qué?”, dice Michael Horn, director ejecutivo del programa educativo del Clayton Christensen Institute. “Eso me preocupa”.
Los críticos sostienen que la adopción de tablets en las escuelas públicas está siendo impulsada por las necesidades de la industria tecnológica, no de la de los estudiantes. Apple se negó a hacer comentarios al respecto, pero durante el mes de junio indicó que había 10 millones de iPads en las escuelas de todo el país. Eso no significa una gran cantidad para Apple, el cual espera vender 78 millones de tablets este año, pero tampoco es una cantidad insignificante. Según los cálculos de un analista de Piper Jaffray, un banco de inversión en Minneapolis, los iPads con fines educativos le generaron US$436 millones a la empresa durante el segundo trimestre fiscal de este año, lo que se traduce en un 1,2% de los ingresos totales de la misma. Estas ventas posiblemente se incrementen significativamente si Apple pudiera consumar más negociaciones como con el LAUSD, el cual originalmente esperó colocar 650.000 tablets en manos de los estudiantes para el año próximo. “Es algo difícil de modelar”, dice el analista, “pero 50 millones de estudiantes hasta el doceavo grado es un mercado real”.
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Este es el resumen del artículo "El iPad va a la escuela" publicado en Octubre 2013 en la revista Business Week.
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