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Qué sucede cuando los emprendedores se enamoran de sus inventos



Revista: Inc
Tema: Emprendedores
Fecha: Enero 2014
El nuevo film del director Spike Jonze, “Ella”, nominada a los premios Globo de Oro, es un recordatorio de cuánto podemos enamorarnos –especialmente los emprendedores– de nuestra tecnología. ¿Alguna vez han escuchado acerca del llamado “complejo de edificio”? Éste es una adaptación del aún más famoso Complejo de Edipo, en el cual los hijos se enamoran de sus propias madres. En un complejo de edificio, una persona se enamora de un edificio—o simplemente del deseo de construir uno.

En “Ella”, existe una sugerencia de que enamorarse de la tecnología puede ser la manifestación del complejo de edificio en los tiempos modernos. Aquí hay algunos antecedentes que explican por qué este es un tópico importante para los emprendedores –o para cualquiera que dependa emocionalmente de las máquinas que funcionen mediante un software.

Los emprendedores son los principales candidatos a desarrollar un complejo de edificio. Jim Koch, fundador de la cervecera Boston Beer Co., admitió tenerlo en una entrevista que le fue realizada en 1999. Él pasó dos años e invirtió US$ 4,5 millones diseñando una fábrica de cerveza de última tecnología, aunque reconociera que “desde el punto de vista de negocios, no tenía sentido. Ya habíamos recibido un premio a la “Mejor Cerveza en EUA”, así que una nueva fábrica de cerveza no iba a mejorar el asunto. Lo que esto iba a representar era una cerveza significativamente más cara, gracias al capital y los costes operativos”. Koch eventualmente recuperó el sentido común y construyó unas instalaciones más pequeñas. Pero gracias al complejo de edificio, empleó grandes cantidades de tiempo y US$ 4,5 millones en un sueño que no era factible.

El personaje principal en “Ella”, interpretado por el actor Joaquin Phoenix, es un escritor con trabajo remunerado llamado Theodore Twombly. El film está ambientado en la ciudad de Los Ángeles en un futuro no muy lejano. Desanimado por estar en medio de un divorcio, Twombly adquiere un nuevo sistema operativo como una forma de terapia comercial. En poco tiempo, él y el software, el cual se autodenomina Samantha, se encuentran intercambiando cumplidos y haciendo el papel de extraños destinados a convertirse en amantes.

¿Cómo es posible que un hombre pueda enamorarse de un sistema operativo? En “Ella”, esto se debe en gran medida a que el sistema operativo se convierte en un producto de la creación de Twombly. De la misma forma en que las máquinas de hoy llegan a aprender y se adaptan a nuestras preferencias humanas, Samantha –interpretada metafóricamente mediante la voz de la actriz Scarlett Johansson–llega a aprender acerca de las debilidades de Twombly: sus canciones favoritas, sus contactos de correo electrónico favoritos, sus videojuegos favoritos, la música que utiliza cuando se despierta en las mañanas y cuando se va a la cama en la noche, etc.

Durante el proceso, Samantha y Twombly logran una verdadera intimidad. Es la clase de intimidad que sólo se puede lograr cuando se vive con alguien, o cuando se habla con ese alguien casi todos los días. En varios puntos del film, Samantha y Twombly se declaran amor mutuo. Y en el ambiente casi futurista del film, los votos que se hacen el uno al otro son creíbles–y bastante conmovedores.

Las relaciones en la vida real son riesgosas, así que es sólo de humanos tomar refugio emocional en proyectos y productos que conlleven menores riesgos para el corazón. Pero con seguridad existe una diferencia entre las líneas de código y la sangre que corre en las venas, así como entre funcionar y vivir. “Ella” nos recuerda, o nos enseña, esa diferencia. La inspiración de la historia es una que todos conocemos: la tecnología puede alcanzar el cielo; la tecnología puede incluso evocar algunos sentimientos de ternura; pero el pulso que viene desde nuestros corazones siempre será terrenal, ya que buscamos amor y respuestas en seres de carne y hueso.




Este es el resumen del artículo "Qué sucede cuando los emprendedores se enamoran de sus inventos" publicado en Enero 2014 en la revista Inc.

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