|
Bill Gates tiene razón: la corrupción no es un problema tan grave |
|
| A finales del mes de enero, Bill y Melinda Gates publicaron su carta anual describiendo el trabajo realizado por la Fundación Gates y su capital de US$ 38 mil millones, así como sus perspectivas acerca del estado del desarrollo global. La carta –una fuerte defensa para la ayuda al desarrollo– reavivó las brasas de una confrontación entre los proponentes y oponentes de la asistencia al desarrollo, encabezada por los defensores Jeff Sachs de la Universidad de Columbia (a favor) y Bill Easterly de la Universidad de Nueva York (en contra). Sus intercambios de palabras en Twitter y aguerridos artículos de opinión con respecto al tema fueron suficientes como para que la mayoría de los expertos en desarrollo se olvidaran del Super Bowl.
Lo que casi fue ignorado en medio de esta llamarada es un asunto aún más provocativo planteado por Bill Gates en su carta: concretamente, la sugerencia de que la corrupción no es siquiera una barrera para el desarrollo como lo piensa la mayoría de la gente.
Gates sugirió que los sobornos son una “ineficiencia que equivalen a un impuesto para la ayuda”–pero no son lo suficientemente significativos como para que se justifique clausurar el apoyo económico. El lenguaje relajado de Gates es único entre los líderes de organizaciones de caridad en el mundo entero. Compárelo con, por ejemplo, el del presidente del Banco Mundial, Jim Kim. Él recientemente declaró que “en el mundo en vías de desarrollo, la corrupción es el enemigo público No.1”, y que “nunca tolerará la corrupción”.
La diferencia es fácil de explicar: Kim tiene que actuar de forma ruda y declarar “cero tolerancia” porque la opinión pública de los países que donan dinero sostienen que la corrupción es la mayor barrera para el desarrollo –y para la ayuda efectiva– en América Latina, África y Asia. El promedio de personas encuestadas con respecto al tema en EUA piensa que el 60% de las ayudas termina en manos de funcionarios corruptos. En el Reino Unido, un 57% de la población estima que dar ayuda no tiene sentido debido a los niveles de corrupción; y más de la mitad sugiere que la razón más importante por la cual los países pobres son pobres es debido a que sus gobiernos son corruptos.
Bill Gates no tiene ningún elemento por qué preocuparse. Eso significa que él puede dibujar un retrato más preciso del mundo sin tener el riesgo de que le roben sus fondos. La corrupción es un serio problema para el desarrollo. Pero según las empresas y emprendedores en toda África, Asia y América Latina, ésta está lejos de ser el mayor desafío al que se enfrentan.
Aunque la corrupción no sea el enemigo público No.1, ésta sigue siendo un grave problema. El costo de la corrupción no se limita a los sobornos –es el daño que se hace cuando el dinero llega a manos de reguladores y supervisores cuyo fin es asegurarse de que las escuelas y puentes se construyan apropiadamente, o del burócrata que utiliza la ayuda económica para comprar drogas falsas. Una de las razones por la cual el suministro eléctrico se encuentra entre las principales preocupaciones de las empresas en países en vías de desarrollo es que la electricidad es robada mediante la complicidad de los trabajadores de las empresas eléctricas, así como los contratos de construcción y suministro se otorgan a veces al mejor “sobornador”, en vez de al contratista que es más eficiente. Y la corrupción es además un síntoma de un problema mayor –una mala gobernanza e instituciones débiles. Por todas estas razones, los grupos de la sociedad civil y donantes de ayuda deberían presionar por una mayor transparencia, por una regulación reducida y burocracia caprichosa, y por una mejor vigilancia de los recursos de ayuda económica.
|
Este es el resumen del artículo "Bill Gates tiene razón: la corrupción no es un problema tan grave" publicado en Febrero 2014 en la revista Business Week.
Vea otros artículos publicados en Business Week u otros artículos sobre Mercados emergentes.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|