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Un vistazo al misterioso comité de ética de Google | 
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| La noticia de que Google adquiría a DeepMind, la empresa británica especializada en Inteligencia Artificial (IA), fue acogida con gran revuelo por el mundo tecnológico, pues aún hay muchas especulaciones sobre el interés oculto de Google tras esta compra, al igual que el de otras siete compañías del área de la robótica el pasado diciembre. Si bien muchos consideran que estas adquisiciones tienen como objetivo mejorar la funcionalidad de los motores de búsqueda, lo cierto es que otros dudan de las verdaderas intenciones de la colosal tecnológica después de que DeepMind le haya exigido a Google la creación de un comité de ética. Sin embargo, la creación de un comité de ética no resulta del todo preocupante, ya que puede aportar una valiosa asesoría jurídica a las empresas, en especial a las que trabajan en el área de la Inteligencia Artificial, que se especializa en una tecnología muy potente, pero aún muy desconocida para el ciudadano promedio. En la actualidad, esta área controla desde aviones, mercados bursátiles, búsquedas de información, hasta programas de vigilancia; de allí su fuerte impacto social y ético.
Para las empresas que estén considerando formar un comité de ética que les ayude a evitar riesgos legales, atacar procesos controversiales y detectar problemas anticipadamente, he aquí algunas consideraciones a tener en cuenta:
1. El marco ético no se centra únicamente en evitar riesgos legales: En el pasado, los abogados eran quienes asumían la dirección del comité de ética y se encargaban de analizar los asuntos de cumplimiento corporativo o leyes vigentes. No obstante, en la actualidad, muchas empresas, entre ellas Google, han creado sus respectivos equipos de Ética y Cumplimiento que trabajan con una asesoría externa para garantizar el cumplimiento de medidas políticas y la entrega de su correspondiente documentación e informes. Es un hecho que este enfoque puede traer resultados positivos, tales como reducir el riesgo de los consumidores y mejorar la seguridad pública; sin embargo, la realidad es otra muy diferente: puede haber un interés propio por minimizar la responsabilidad corporativa, en especial en el sector de tecnologías emergentes donde aún no se consideran muchos daños ni se anticipan leyes y regulaciones necesarias. Como si esto no fuese suficiente, aún son escasas las leyes que controlan el campo de investigación de la Inteligencia Artificial, pues sólo existen las regulaciones comunes para el desarrollo del negocio, tales como las que tratan asuntos de privacidad, responsabilidad del fabricante, entre otros. Es por tal razón que la creación de un comité de ética, impulsada por DeepMind, además de evitar el simple riesgo legal, puede llegar a tener un alcance mayor a través de 1) la detección y prevención de problemas en la tecnología emergente antes de que la aprobación de una ley centre su atención en ellos o en la misma compañía, 2) la recomendación del desarrollo de investigaciones y aplicaciones de manera anticipada para evitar el surgimiento de problemas, 3) el fomento de discusiones abiertas para clarificar asuntos tóxicos antes de que tengan un impacto público.
2. Las ventajas y desventajas de la asesoría interna y externa: Por un lado, la formación de un comité interno de ética tiene un valor adicional, pues cuenta con la capacidad de influir en el liderazgo corporativo con más fuerza que el comité o asesor externo. A su vez, los asesores internos disponen de información privilegiada al trabajar internamente en la compañía y pueden proporcionar ayuda bajo demanda. Por el otro, la asesoría externa tiene también beneficios únicos, tales como la independencia. Los asesores externos suelen ser más independientes que los internos, pues no se repliegan ante las opiniones de la gerencia ni se reprimen de decir lo que piensan.
3. Lanzar cortinas éticas de humo: Muchas veces se llega a pensar que las empresas se comprometen en asuntos éticos sólo para cumplir con una parte de su agenda pública y dar la imagen de ser una compañía que se preocupa por sus consumidores. En el caso de Google, las noticias apuntaban a que DeepMind había “presionado”, en vez de “insistido” a la colosal tecnología en la creación de un comité de ética, lo que daba a suponer que Google se había negado a esta idea inicialmente.
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Este es el resumen del artículo "Un vistazo al misterioso comité de ética de Google" publicado en Febrero 2014 en la revista Forbes.
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