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Por qué el lengua larga de la oficina es un bien valioso |
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| Todos los grupos tienen al menos un "lengua larga" entre ellos; la persona con la que se puede contar para hacer preguntas, sacar a flote cuestiones preocupantes y compartir sus preocupaciones y opiniones sobre todo, siempre. Estas personas tienden a tener una mala reputación entre sus compañeros y jefes. Sus comentarios provocan que las reuniones se hagan más largas de lo planeado, y a veces ponen un poco nerviosos a los otros con sus frecuentes intervenciones. Pero no van realmente en detrimento de un lugar de trabajo. Por el contrario, yo diría que son un activo. En lugar de tratar de limitar sus opiniones, se debe controlar su poder y apreciar su influencia potencial en la moral y la productividad.
En mi experiencia, ellos tienden a volverse más ruidosos cuando no se les da un foro para expresarse. Los foros abiertos programados regularmente son un gran lugar para comenzar. No solo comunican que usted quiere oír las voces de su equipo, sino que son ideales para tormentas de ideas en las que se obtienen soluciones creativas para problemas difíciles. Darle a la gente una salida confiable para sus sentimientos, pensamientos y hasta para las críticas asegura que sean expresadas las opiniones en el lugar y momento correctos. No todas las reuniones deben ser de refriegas, si alguien presenta cuestiones fuera del tema a discusión en una reunión apretada de tiempo, usted puede proponerlas como tópicos a discutir en el foro y seguir adelante sin parecer que está tratando de callar a nadie.
Su percepción de los más frecuentes oradores de su equipo podría no ser igual a la de sus colegas. Usted podría pensar que el resto del equipo está ansioso porque se calle, pero pudieran estar internamente contentos de que alguien sacara a relucir el tema. En muchos equipos profesionales la gente tiende a descansar en los lengua larga; dependen de ellos para sacar a relucir temas molestos o hacer críticas que los demás no se atreven a hacer. Esto no es siempre así, pero se pudiera considerar la posibilidad de que esas personas representen los pensamientos no expresados de los demás. Cuando plantean un asunto, pregúntese si sería posible alguien más estuviera de acuerdo con eso. Si es así, haga la pregunta en voz alta y muestre que lo considera una preocupación válida. Verá que se romperán las represas y usted obtendrá información valiosa en el proceso.
Los empleados expresivos son su arma secreta mejor. Son líderes naturales y apasionados de las mejoras. De modo que enliste su ayuda. Póngalos a cargo de los comités, busque su consejo y use su visión para hacer mejor su compañía. Es probable que se vayan volviendo menos lengua larga a medida que los trate diferente. La mejor forma de hacer que alguien deje de presionar tanto es remover la fuerza de la resistencia. Si bien los empleados obstinados y seguros de sí mismos pueden ser problemáticos en ocasiones, sus intenciones son a menudo buenas. Una vez que establezca que no están solo tratando de captar la atención o lucirse, encuentre maneras de darles el tiempo y espacio para expresarse. Y lo que es más importante, encuentre formas para que ellos ofrezcan soluciones a los problemas que son tan rápidos para plantear.
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Este es el resumen del artículo "Por qué el lengua larga de la oficina es un bien valioso" publicado en Abril 2014 en la revista Thought Leaders.
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