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¿Es posible ser demasiado rico? | 
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| ¿Existe tal cosa como ser demasiado rico? La única cuestión que se plantea aquí es la siguiente: ¿Dónde se traza la línea de la riqueza? ¿Cuán rico es ser demasiado rico?
Imagínese que usted es tan rico que puede permitirse lo mejor de lo mejor que la economía puede ofrecer. La mejor educación, el mejor automóvil, el mejor champagne, y así sucesivamente. ¿Sería eso un nivel justificable de riqueza para que una persona no solo la disfrute –sino que se convierta en su objetivo como tal? Mucha gente probablemente diría que sí.
Ahora imagínese que es usted tan rico que se puede dar el lujo de comprarse lo mejor de lo mejor no sólo una vez, sino hasta 10 veces más. De todo. Las 10 mejores casas. Comidas. Médicos. Sirvientes. Colecciones completas de ropa. Apartamentos, mansiones, carteras de inversión. Los 10 mejores yates. Diez aviones privados. ¿Sería eso un nivel excesivo de riquezas?
De repente, ese nivel de riqueza no solamente comienza a parecer que no es razonable, sino que no tiene sentido. Después de todo, ¿qué propósito puede tener poseer 10 casas gigantescas, yates o aviones? ¿Por qué alguien desearía ser tan rico? ¿No solo rico, sino súper rico?
Cuando las sociedades permiten que los ricos se conviertan en súper ricos, están cometiendo una serie de equivocaciones. El error no es solo que una clase de súper ricos sea algo fundamentalmente anti-democrático porque ésta mantiene a un sistema de gobierno como rehén. El error no es solo que una clase de súper ricos sea fundamentalmente no rentable, porque ésta acapara inmensas cantidades de capital y con ello mata de hambre a la economía de inversión y las oportunidades. El error no es solo que una clase de súper ricos sea básicamente desigual porque es imposible en esencia que cualquier ser humano llegue realmente a tener por sí mismo un valor monetario que equivalga a cientos de miles de millones. El error no es solo que una clase de súper ricos sea fundamentalmente poco razonable porque no existe una buena razón para que alguien desee una riqueza tan extrema. El error no es solo que una clase de súper ricos sea fundamentalmente antisocial, ya que ésta nunca tendrá que depender de los bienes públicos de la misma forma en que los ricos aún necesitan parques, subterráneos, carreteras y puentes.
Y esos son solo pequeños errores. He aquí el mayor de ellos: cuando las sociedades permiten que los ricos se conviertan en súper ricos, están limitando lo que esas sociedades pueden lograr.
Cuando las súper riquezas crecen sin límites, nadie gana –ni siquiera los súper ricos, en el largo plazo. Las posibilidades de todo el mundo son truncadas cuando se cruza la línea invisible desde la riqueza hacia la súper riqueza. Y esa es precisamente la razón por la cual ninguna sociedad debería desear una clase de súper ricos; porque ello nos asegura que el potencial humano de una sociedad se reducirá. Y esa es precisamente la razón por la cual los sentimientos morales de la mayoría de las personas razonables son instintivamente y naturalmente opuestos a la idea de las súper riquezas.
En este contexto, estamos seguros que los defensores de los mercados libres se quejarán acerca de: ¿Quién es usted para decir que nadie debería ser súper rico? Pero son precisamente los defensores de los mercados libres los que deben oponerse con mayor vehemencia a los súper ricos. Lo desafiamos a que encuentre a un miembro de pleno derecho de los súper ricos hoy en día que no sea un monopolista, un prominente descendiente de una familia adinerada, un oligarca… o las tres opciones a la vez.
¿Existe tal cosa como ser demasiado rico? He aquí nuestra respuesta: Ningún bosque debería convertirse en un desierto.
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Este es el resumen del artículo "¿Es posible ser demasiado rico?" publicado en Mayo 2014 en la revista Harvard Business Review.
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