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Los Beatles enseñan mejor que las escuelas de negocio |
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| La mayoría de los programas diseñados para enseñar proyectos empresariales siguen una fórmula básica y defectuosa: pasarse un semestre escribiendo un plan de negocios, aprender lo básico de marketing y finanzas, enterrar su cabeza en hojas de cálculo, diseñar un Power Point, y entonces lanzar su idea en un concurso bianual de negocios. Si tiene la suerte de ganar algún capital, vea si puede lanzar su idea/producto/servicio y haga sus primeros contactos con clientes potenciales. Los valores del rock and roll son algo mejor para ser adoptados por los empresarios. En su esencia, el empezar un negocio es mucho más una disciplina creativa y desordenada, llena de aristas borrosas y gobernada por corazonadas, experimentación e instinto. El proyecto empresarial tiene más en común con la música que la ciencia, pero es enseñado como si un planeamiento cuidadoso y un análisis intencionado dieran por resultado inevitablemente el éxito.
El proyecto empresarial, como la creación musical, comienza con el deseo individual de expresarse, comunicarse y crear algo de valor. Uno no se convierte en un ejecutor talentoso solo estudiando las partituras musicales tal como tampoco se puede triunfar como empresario contemplando hojas de cálculo. La tendencia debe ser más hacia ejecutar que hacia ponderar. La creatividad musical requiere más de cultivar una habilidad para la síntesis que para el análisis y como al iniciar un negocio, suele mostrar un intervalo entre la visión y la realidad. Aceptar esta parte del proceso es clave para alcanzar los resultados correctos. La educación empresarial convencional pone un gran énfasis en la acumulación de recursos y capital antes del lanzamiento del producto, minimizando la importancia de contactar con los clientes. Esto crea un miedo a fallar que le roba a los futuros empresarios un elemento primordial: el hábito de actuar y experimentar sobre la marcha.
Tanto en el proyecto empresarial, como en la música, se aprende ejecutando la partitura una y otra vez y no estudiándola. Los Beatles solo se convirtieron en Los Beatles después de dar concierto tras concierto en Hamburgo por casi dos años y medio, y Elvis refinó su presencia en el escenario a través de incontables presentaciones en ferias de pequeñas ciudades. Muchos centros de proyecto empresarial, aun en universidades líderes, están separados del resto de la institución, a menudo anidados en las escuelas de negocios, e inconscientemente desalientan la colaboración con otras disciplinas académicas, cuando favorecer un estado mental colaborativo y empresarial es la mejor manera de preparar a todos los graduados universitarios para acometer una carrera que probablemente tendrá muchos giros y curvas. Así como los Beatles innovaron fusionando los sonidos orientales con el pop occidental, la innovación exitosa es casi siempre el resultado de la colaboración con gente con diferentes habilidades.
Dada la importancia del proyecto empresarial para el futuro de la economía del mundo, es tiempo de pensar en la forma en que enseñamos las iniciativas de disciplina y financiamiento. No solo se trata de planes, proyecciones y concursos. El proyecto empresarial trata también de crear una forma de pensar con un sesgo hacia la acción, el desarrollo de la habilidad de atender a lo que ocurre a nuestro alrededor, el colaborar, el sintetizar conceptos dispersos en un todo, aprender a través de los fracasos y en conjunto, hacer un producto que el usuario final adore y consuma. Igual que tocar en una banda.
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Este es el resumen del artículo "Los Beatles enseñan mejor que las escuelas de negocio" publicado en Junio 2014 en la revista Business Week.
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