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Me gusta con K | 
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| La primera semana de mayo la presidenta Cristina Fernández y el jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, asistieron a la inauguración de las nuevas oficinas de Facebook Argentina, que ya cumplió dos años desde su instalación en 2012. En este lapso, la cuarta sede de la empresa en América Latina (después de São Paulo, Brasilia y México DF) ha aumentado su planta de trabajadores de 30 a 100, un hecho singular pues desde el 2012, muchos economistas han señalado que el clima para la inversión extranjera no es bueno en Argentina. La invitación a Cristina y Macri fue por cuestiones tanto de protocolo como de estrategia: la idea era que compartieran en un mismo espacio el jefe de gobierno de la ciudad, que es opositor, y la presidenta. Porque Facebook es un espacio donde dos personas que opinan distinto pueden compartir y estar conectados. Fernández recibió una placa con el signo “Me gusta”, y la firma de los 100 trabajadores, y aprovechó para pedir una aplicación que sirva para identificar a los 400 chicos apropiados durante la última dictadura.
Tras el evento muchos en Argentina se preguntaron si Facebook se estaba politizando. Para algunos, el conglomerado que sostiene al gobierno de Cristina, el Frente para la Victoria (FPV), lleva la delantera desde hace años en usar redes sociales con fines políticos. Basta mirar la cantidad de publicidades que paga en esa red sobre sus candidatos o representantes. Y sus programas televisivos de propaganda vienen haciendo un uso notable de Facebook como punto para nuclear seguidores. Otros no ven a Facebook enfrentando gobiernos, y menos desplegando estrategias que tengan como objetivo consolidar la imagen política de un sector determinado que se oponga al gobernante de turno. Sobre sus motivos para instalarse en Argentina en un momento especial de su economía, la respuesta está en los más de 22 millones de argentinos con cuenta Facebook, es decir, uno de cada dos. Y Argentina es el segundo mercado de habla hispana en importancia después de México.
Para los líderes de Facebook, la empresa se instaló en Argentina porque la publicidad online es su negocio, y ha ido creciendo, sobre todo en América Latina. Y si bien muchos economistas han insistido que Argentina no posee el mejor clima para invertir, hay un mercado online muy dinámico y un ecosistema de e-commerce muy bueno para expandirse en la región. La decisión de llegar a Argentina, de contratar gente y de crecer fue entonces muy lógica, y se hizo sin créditos del gobierno ni exenciones impositivas, porque la empresa no los necesita. Se muestran optimistas en relación al impacto que tendrá de aquí en adelante Facebook.
Todos los presidentes sudamericanos buscan una estrategia de comunicación a través de Internet. Las redes sociales en Sudamérica funcionan como una herramienta tanto de los ciudadanos que apoyan a su gobierno como de los gobiernos para sortear a los medios dominantes, en el caso de Chile, Brasil, Venezuela, Argentina, donde la línea editorial de los medios tradicionales es hostil a los programas políticos de izquierda o incluso de centroizquierda. En el caso de Cristina Fernández, la red social también es una herramienta política. De los presidentes latinoamericanos, ella es la que tiene más seguidores en Facebook, y lo que a otros líderes les cuesta, a ella le es natural y hace un uso de la red social bastante institucional. Lo que puede interpretarse de esto es que Fernández podrá pedir muchas aplicaciones a Facebook Argentina, y ésta las desarrollará dependiendo si sirven de alguna manera para su estrategia de negocios. Los usuarios-ciudadanos aprobarán o no esos desarrollos usando los ya conocidos Me Gusta, Comentar o Compartir.
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Este es el resumen del artículo "Me gusta con K" publicado en Junio 2014 en la revista América Economía.
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