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Dinero bien gastado



Revista: The Economist
Tema: Organización
Fecha: Noviembre 1, 2003
El video de una suntuosa fiesta de US$ 2 millones que diera Dennis Kozlowski, ex directivo de la empresa Tyco, para celebrar el cumpleaños de su esposa, es ahora la mejor evidencia para acusarlo de corrupción y malversación de los fondos de la firma.

Todavía para algunos, las fiestas se mantienen como un mecanismo de promoción corporativa, y publicaciones como Vogue, Vanity Fair e incluso Wired, se dedican diligentemente a crear toda esa atmósfera (de celebridades, alcohol y los patéticamente agradecidos periodistas) supuestamente crucial para un modelo de negocios. Marc Benioff, el fundador de Salesforce.com comenta que su firma de software constantemente ofrece fiestas como una forma de hacer que circule la idea de que Salesforce.com es un éxito.

Pero para el resto de la comunidad corporativa norteamericana, las fiestas no son más que una reunión en algún local para compartir vino barato y algún bocadillo. Ted Inc, la empresa de Ted Kruckel, hombre de relaciones públicas y planificación de eventos de los 90, se fue a la quiebra este año. Incluso las publicaciones del área inspiran tanto rechazo como aceptación en la actualidad.

En el tope del boom de Internet las fiestas se consideraban esenciales. Subían la moral y ayudaban a reclutar a los talentos jóvenes que supuestamente sabrían como construir la nueva economía. Bajo estos parámetros las celebraciones se volvieron cada vez más extravagantes.

Con la investigación que se le siguió a Frank Quattrone, otra ex celebridad corporativa, la cual acabó en un juicio nulo el 24 de octubre, lo menos que espera la gente es que esta vez se logre algo en contra de Kozlowski. Los acusadores argumentarán que Tyco pagó por una fiesta privada para la esposa del jefe. Mientras que los abogados de Kozlowski enfatizarán en la importancia de los acuerdos de negocios y el afianzamiento de las relaciones entre empleados que deben hacerse fuera de la oficina. No obstante su cariño por el alcohol gratis, ya los periodistas han sentenciado que la fiesta es prueba indudable del llamado exceso corporativo. Tal vez el verdadero error de Kozlowski fue precisamente no invitar a algunos de ellos.




Este es el resumen del artículo "Dinero bien gastado" publicado en Noviembre 1, 2003 en la revista The Economist.

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