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Cómo lograr que una celebridad promueva nuestra marca | 
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| Imagine que su empresa hace un nuevo dispositivo de seguimiento de fitness y desea a Ashton Kutcher para usarlo, hablar de ello y promover su marca. Lo primero que hay que hacer, dice Herb Karlitz, fundador y presidente de Karlitz & Company, una firma de modo de vida lujoso y ocio con sede en Manhattan, es detenerse y hacerse varias preguntas.
- ¿La celebridad tiene algún interés en su producto o servicio? Tal vez usted ve a alguien como Ashton Kutcher como uno de los primeros en tecnología, pero si él no hace ejercicios ni se preocupa por la salud, no tiene mucho sentido contratarlo para representar su marca de fitness. Asegúrese de que hay realmente una adecuación orgánica entre el producto y esa persona, haciendo un poco de investigación en Internet.
- ¿Quién es el publicista de la celebridad y cómo puedo llegar a él o ella? Una vez determine que la estrella podría tener un auténtico interés en su producto o servicio, rastree a su publicista, que es quien debería estar más familiarizado con la vida de la celebridad para poder aprovechar oportunidades de relaciones públicas. No contacte a su agente, pues este estará más que nada interesado en el dinero. Es un cuadrangular si realmente utilizan el producto aún antes de haber hecho esa llamada. Si no hay suerte en llegar al publicista, usted podría conocer a alguien que conozca a alguien que puede ayudar a hacer una conexión. O contrate a una empresa para llegar a él por usted.
- ¿A la celebridad realmente le gusta su producto o servicio? Una cosa es pagar a Jennifer Aniston para llevar sus gafas de sol, pero sería un gran fracaso que ella se pusiera gafas de otra marca cuando se asolea en Los Cabos. Un ejemplo clásico es que a alguien le pagaron siete cifras por representar a Coca-Cola y luego alguien le tomó una foto en su tiempo libre tomándose una Pepsi. Se trata de hacer la tarea. Al final del día su producto o causa debe tener una relevancia real para ese artista.
- ¿Cuál es su argumento más convincente? Usted ha hecho su tarea, ve un buen ajuste entre la oferta y los intereses de una celebridad. Ahora es el momento de llegar a su publicista, u otra persona en el círculo interior, tal como un asistente. No le mande un correo electrónico de dos páginas, dos, tres párrafos como máximo. ¿Quién, qué, dónde, cuándo y por qué? Si usted puede conseguir a la persona adecuada, tiene una de dos posibilidades de que lo lea y si lo que propone es medianamente valioso, esa persona al menos se lo pasará a alguien más. Aún mejor: en la primera línea mencione a alguien que ellos conozcan y que lo recomiende a usted. Una vez más, todo se trata de hacer su tarea.
- ¿Cuánto está dispuesto a pagar? Dependiendo del nivel de la celebridad, podría pagar entre decenas de miles de dólares y muchos millones. Considere que las estrellas son a menudo pagadas por llevar joyas y vestidos de noche a las grandes galas de Hollywood. Algunas tienen relaciones de largo tiempo con sus diseñadores y no se les ocurriría usar algo de otra persona. Otros podrían preguntarle: “¿Cuánto vas a pagarme por usarlo? Si no luzco horrible, voy a llevarlo. Y, de hecho, si me pagas lo suficiente, me lo pongo aun cuando luzca horrible. Es una noche”.
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Este es el resumen del artículo "Cómo lograr que una celebridad promueva nuestra marca" publicado en en la revista Inc.
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