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Un nuevo giro en la saga de la deuda argentina |
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| Argentina entró en default el 30 de julio de este año luego de que un pago de bonos por US$ 539 millones fuera bloqueado por un juez federal de EUA quien dijera que el país no les podrá pagar a ninguno de sus tenedores de bonos que participaron en las dos reestructuraciones de deuda de la nación, hasta tanto les pague por sus bonos a un grupo de fondos de cobertura. Además de agravar el ya difícil clima económico en Argentina, esto ha colocado en aprietos a los líderes del país. La Presidente Cristina Fernández de Kirchner ha hecho de su batalla contra los llamados fondos "buitre" de cobertura estadounidenses un tema central en su política. Revertir el curso ahora probablemente incurriría en un alto costo político. El objetivo entonces, desde la perspectiva de Argentina, es el de llegar a una resolución con los bonistas al menor precio posible y que ésta solo pueda ser lograda al disminuir su apalancamiento. En este momento, su apalancamiento es el hecho de que sus acciones hayan impulsado al país hacia el default, por lo que disminuirlo significa encontrar la manera de pagarle a los tenedores de bonos, lo que sacaría a la nación del default sin tener que resolver con los bonistas.
Argentina tiene solo dos rutas para alcanzar sus objetivos de restaurar los pagos bloqueados a sus tenedores de bonos: salir del default; y, lo más ideal, bajar el precio de lo que ha de pagarles a todos sus inversionistas. "Con el fin de reducir el poder de negociación de los bonistas, los pagos de los bonos deben colocarse fuera del alcance de los tribunales de EUA", dice Adam Lerrick, quien ha llevado las negociaciones en nombre de 40.000 inversores minoristas europeos que se convirtieron en los más grandes acreedores internacionales de Argentina durante su reestructuración de deuda en 2005. "Los tenedores de bonos pueden hacer esto al reemplazar a su fideicomisario y cambiar el proceso de pago sobre sus bonos. O bien Argentina podría lanzar una nueva oferta de canje donde los nuevos bonos sean idénticos a los de los bonos de canje, pero que el proceso de pago se encuentre fuera de EUA".
En el primer caso, basado en un plan previamente elaborado por Lerrick, los tenedores de bonos podrían juntarse y votar a favor de la eliminación del Bank of New York Mellon como su fideicomisario y sustituirlo, mientras el resto del proceso de pagos de los bonos quede con instituciones financieras fuera de EUA, donde no se vería afectado por las resoluciones del Juez Thomas Griesa. Los pagos podrían entonces continuar a los tenedores de bonos como se había previsto, Argentina ya no estaría en default, y ésta tranquilamente podría entrar en negociaciones con los bonistas sin que la amenaza de default esté pendiendo sobre ella.
El segundo escenario de una nueva oferta de canje podría ocurrir si el 25% de los tenedores de bonos solicitaran una aceleración y pago inmediato de la totalidad de sus bonos, la cual fue una opción que se presentó cuando Argentina entró en default este año. Una fecha límite importante para que los tenedores de bonos solicitaran un reembolso acelerado fue el día 30 de octubre.
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Este es el resumen del artículo "Un nuevo giro en la saga de la deuda argentina" publicado en en la revista Business Week.
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