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Banca jurásica | 
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| Según la agencia calificadora de riesgo Fitch, los grandes bancos generan la mayoría de las ganancias del sistema. Pero un tamaño excesivo también puede ser contraproducente. Para contribuir a evitar el peligro, este año por primera vez se incorporó en la metodología del "Ranking de los 25 Mejores" una evaluación de la imagen bancaria. La razón: de acuerdo con los resultados de la encuesta entre 1.470 ejecutivos latinoamericanos, la calidad del servicio es un área plagada de ineficiencias.
En cuanto a la calidad en el servicio, se tiene una particular situación en América Latina y algunas diferencias en la estructura de la industria en los distintos países de la región: por sus condiciones de estabilidad, bajos spreads y agresiva competencia, Chile se muestra como uno de los países donde el tema está emergiendo con más fuerza. En el resto de la región, sin embargo predominan el riesgo, las altas tasas de interés, la sequía crediticia y la ineficiencia operativa. En los últimos dos decenios la banca regional ha logrado cierta estabilidad financiera, pero también ha generado políticas crediticias más conservadoras, como el caso de México. En Brasil, en cambio, la solidez de la banca es avalada por los inversionistas y los mercados internacionales. Sin embargo, se evidencia el comportamiento oligopólico de los bancos locales (según un estudio del FMI), especialmente los de propiedad estatal. Esta situación ciertamente no ayuda a crear más competencia por eficiencia y, mucho menos, por calidad de servicios.
Por los bajos niveles de bancarización, los bancos aún tienen mucho espacio para crecer. Para hacerlo en forma competitiva, deberán buscar las economías de escala y la estandarización. El punto es si podría llegar a haber una contraposición entre esta necesaria masificación y los mayores niveles de valor agregado en el servicio, que los clientes comenzarán a exigir a medida que la industria profundice su cobertura. La tecnología podría ser una posible respuesta. Muchos de los grandes bancos de la región han pasado por procesos de innovación e inversión tecnológica que apuntan a gestionar sus procesos en forma más eficiente. El resultado ha sido una mayor movilidad de clientes entre bancos y que éstos trabajen con más de una institución, variando según el negocio o segmento. Las fusiones también han agregado un fuerte componente de competitividad.
Otros problemas también caracterizan a la banca latinomericana. En Brasil las comisiones han llegado a aumentar un 100% por cobro de servicios que antes eran gratuitos. En México ha ocurrido algo similar. Esta ineficiencia, falta de transparencia o directamente abuso, obviamente están relacionados con la cultura crediticia que no es precisamente la del pago en su debido momento. Sin embargo, también es cierto que la actitud conservadora de los bancos es vista con desconfianza por muchos ciudadanos de la región que en el pasado han presenciado cómo estas instituciones han sido "salvadas" en más de una ocasión por el Estado. En otras naciones, como en Argentina, la llamada banca global no ha respaldado a sus filiales locales y los depositantes han sufrido la pérdida. Estas asimetrías hacen pensar que la imagen bancaria tiene un efecto muy importante sobre la confianza en los sistemas bancarios regionales. Al final, al igual que cualquier otro negocio, los bancos dependen inevitablemente de sus clientes.
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Este es el resumen del artículo "Banca jurásica" publicado en Noviembre 2003 en la revista América Economía.
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