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Los aumentos del salario mínimo no ayudan a los pobres



Revista: Forbes
Tema: Compensación y salario
Fecha:
Esta investigación es cruel, de verdad muy cruel. Es acerca de una de las grandes preguntas de nuestro tiempo: ¿qué ocurre cuando se eleva el salario mínimo? ¿Quién se beneficia y quién pierde?

La eficacia de las políticas de salario mínimo como iniciativa de lucha contra la pobreza depende de las familias que se benefician de los ingresos atribuibles a los salarios mínimos y de las familias que pagan por estos mayores ingresos. Los partidarios de estas políticas sostienen que los impactos sobre el empleo sufridos por los trabajadores que devengan salarios bajos son insignificantes y, por lo tanto, estos trabajadores no pagan. En su lugar, éstos suelen sugerir que los consumidores paguen por los altos costes de mano de obra a través de imperceptibles aumentos en los precios de bienes y servicios producidos por una mano de obra barata. Al adoptar este "mejor" escenario de los defensores del salario mínimo, este estudio proyecta las consecuencias del aumento del salario mínimo nacional establecido en 1996 en cuanto a la redistribución de recursos entre familias ricas y pobres. Bajo este escenario, el incremento del salario mínimo actúa como un impuesto sobre las ventas en su efecto sobre los precios al consumidor, un impuesto que es aún más regresivo que un típico impuesto estatal sobre las ventas. Con los ingresos de este impuesto nacional sobre las ventas recaudado para financiar beneficios, el aumento del salario mínimo realizado en 1996 distribuyó el grueso de estos beneficios a una de cada cuatro familias de manera casi uniforme en la distribución de los ingresos. Muchas más familias pobres sufrieron reducciones de los recursos que las que los habían ganado. Tantas familias ricas ganaron como lo hicieron las pobres. Estas propiedades de transferencia de ingresos del salario mínimo documentan su gran ineficiencia como política de lucha contra la pobreza.

Al final el punto es que los salarios que se les pagan a las personas como resultado de un salario mínimo mayor tienen que provenir de algún sitio. Los que están a favor del salario mínimo nos dicen que no existe ninguna pérdida de empleos como resultado de este proceso. Pues bien, así que el dinero adicional no puede provenir de los salarios de otros trabajadores. Un segundo lugar de donde puede provenir el dinero extra es de los beneficios del negocio. Pero tenemos un nivel promedio de ganancias a través de la economía y si los sectores que pagan salarios bajos comienzan a tener un margen de beneficio menor que en la economía en general, entonces el capital se alejará del sector. Hasta el punto en que el sector se reduzca causando pérdida de empleos. Así que eso no puede suceder como ya hemos dicho que no habrá una pérdida de empleos como resultado del nuevo salario mínimo. El único otro lugar de donde el dinero puede provenir es de los consumidores: si se les cobran precios más altos como consecuencia del nuevo salario mínimo.

Así que obtendremos tanto subidas de precios como aumentos salariales. Pero también tenemos que ver la distribución de aquellos dos. Por ejemplo, la cadena estadounidense de supermercados Whole Foods no paga salario mínimo, sino que paga muy por encima de éste. Así que el aumento salarial no tendrá ningún efecto allá. Pero son las personas más ricas las que compran en Whole Foods en gran medida. Y no se verán afectadas. Por su parte, Wal-Mart paga cerca de salario mínimo (y sin duda US$ 15 la hora los impactaría) y además son personas pobres las que compran en Wal-Mart en gran medida. Así que tanto los trabajadores como los compradores de Wal-Mart ganan o pierden con el aumento del salario mínimo. De hecho esto es generalmente cierto. Tienden a ser los que ganan salario mínimo o cerca del mismo los consumidores de la producción de otros trabajadores que cobran salario mínimo.

Si quieren que los pobres tengan más dinero, entonces lo lógico es darles más dinero a los pobres. Lo que de verdad significa que todos debemos colocar las manos dentro de nuestros bolsillos y desembolsar los fondos que han de darse a los pobres. Simplemente no existe una varita mágica que podamos agitar para poder aumentarles el nivel de vida a los más pobres.




Este es el resumen del artículo "Los aumentos del salario mínimo no ayudan a los pobres" publicado en en la revista Forbes.

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