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Una Europa incierta, desigual e imprevisible en 2015 | 
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| Como Europa representa un 25% del comercio mundial, su recuperación es fundamental para la salud de la economía mundial. El pronóstico es que 2015 será solo ligeramente mejor que 2014, a menos que haya un cambio decisivo en las políticas estructurales, fiscales y monetarias. El crecimiento en la zona euro será de sólo un 1,4% en 2015, una mejoría en comparación con el 0,7% de 2014, pero muy por debajo de lo que Europa debería alcanzar. El Banco Central Europeo (BCE), busca cambiar de rumbo para resucitar la recuperación económica, posiblemente con medidas de expansión monetaria cuantitativa, una estrategia que habían evitado antes. La cuestión es saber hasta dónde podrá llegar y cuál sería el grado de eficacia de las medidas. Como varios países redujeron de forma drástica su déficit al mismo tiempo, el crecimiento se vio interrumpido y el ajuste fue muy doloroso. España y Grecia están en deflación, tendencia que puede extenderse al resto del continente. El desempleo, con excepción de Reino Unido, está en los dos dígitos y no se prevé que se reduzca hasta 2016. No ha habido recuperación del gasto del consumidor y de la inversión.
Países con personalidades muy diferentes generan un esfuerzo de recuperación inestable que afecta a toda Europa. Entre ellos está Grecia, uno de los más golpeados por la crisis, cuyo desempleo se prevé que siga oscilando en torno a un 25% hasta 2016. La renta de las familias cayó un 30%, la deuda pública superó en más del 175% el PIB y se especula que podrían salir de la zona del euro. El nivel actual de deuda es demasiado alto y tiene que haber nuevas reestructuraciones. Queda por saber si tendrán lugar en el ámbito de la zona euro o fuera de ella, si en breve o más adelante. La Federación Rusa, por su parte, llevó el caos a los mercados europeos con el conflicto en Ucrania, y los precios del petróleo cayeron en una espiral descendente. Inversores y consumidores están nerviosos por la posibilidad de que Rusia no consiga salir de la recesión. Nadie sabe exactamente cómo quedará la situación en 2015.
En un extremo del abanico, la poderosa Alemania aún es el motor que impulsa la Unión Europea, aunque su tasa actual de crecimiento, del 1%, ya no dinamiza al continente. También ha puesto obstáculos significativos a sus socios europeos, al tiempo que presenta el mayor superávit comercial del mundo. Hay que reequilibrar el comercio y el flujo financiero en la UE y que la inflación sea más elevada en los países exportadores. En Francia, los ingresos fueron menores de lo esperado, porque la inflación fue de casi cero, en lugar de un 1%, como se preveía. El año que viene, se prevé un crecimiento del 0,8%, mejor que el 0,4% registrado en 2014. Mientras, en España, Italia y Portugal, las tasas impositivas siguen muy altas, lo que desincentiva a las personas a vivir y trabajar en esos países, y las debilidades geopolíticas perjudican la recuperación económica. En España la tasa de desempleo, del 24%, debería disminuir a medida que las exportaciones se recuperen en 2015. Portugal tendrá unas elecciones con la presión de la extrema derecha que quiere restringir la inmigración, lo que afectará la recuperación económica a largo plazo en Europa.
Un buen ejemplo es el Reino Unido, con uno de los crecimientos más rápidos del Grupo de los Siete. Su fuerte recuperación debería continuar en 2015. La tasa de desempleo sigue cayendo y debería llegar a 5,6% en 2015. El gasto del consumidor y la inversión ayudaron a impulsar la economía. Pero en las elecciones de mayo próximo, el partido oficialista (Tory) tendrá que enfrentar la presión de la extrema derecha y el país podría entrar en declive si el resto de Europa, su mayor socio comercial, no comienza a dar señales de resucitar. Hay muchas cosas con que lidiar en 2015: turbulencias políticas, desempleo elevado, inflación baja y desafíos políticos. El escenario geopolítico está planteando dudas y Rusia es el comodín. Habrá elecciones importantes para puestos de liderazgo. La situación económica y política de Europa está dejando poco margen de maniobra para los tropiezos, lo que reduce las esperanzas de una fuerte recuperación en 2015.
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Este es el resumen del artículo "Una Europa incierta, desigual e imprevisible en 2015" publicado en en la revista Knowledge @ Wharton.
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