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¿Si todo está tan bien, por qué nos sentimos tan mal? | 
Revista: FortuneTema: EconomíaFecha: Noviembre 24, 2003 Autor(es): Rik Kirkland |
| Las noticias económicas en Estados Unidos son cada vez más alentadoras; no obstante la mayoría de la población se siente mal, o por lo menos no tan risueña como solía estar. Aparte de la amenaza del terrorismo doméstico y la larga agonía que supone la ocupación de Irak, la mayor preocupación del norteamericano es el empleo. Pese a algunas cifras positivas (126 mil nuevos puestos se sumaron a las nóminas privadas en octubre) todavía existe una carencia sustancial de empleos.
Se debe recordar que durante la reciente crisis de empleo, el crecimiento del PIB promedió 3,3%. Por tanto todavía queda mucho camino para empezar a ver un cambio. Para los fabricantes, atascados con la posesión de demasiadas empresas y poco poder de precios, el recorte de costos es la única manera para competir globalmente y poder satisfacer los objetivos de ganancias de los inversionistas. Lo cual explica por qué ante las noticias de crecimiento económico se anunció el despido de 172 mil personas en octubre. Estados Unidos se mantendrá como una maquinaria pero necesitará menos y menos trabajadores.
Los trabajadores de cuello blanco se han sentido estimulados por la competencia extranjera. Pero ya no más. Así como China se convirtió en la década pasada en el taller del mundo, India amenaza con convertirse en la oficina del mundo. La banda ancha barata e Internet permiten a las empresas dar un toque de mercado enorme a trabajadores de habla inglesa, preparados, felices de lograr empleo en áreas como software, contabilidad, consultoría y otros. La migración de millones de empleos de servicios es una nueva fuente de desempleo que bien podría definirse como el macro evento de nuestros tiempos; no necesariamente se traducirá en el aumento del desempleo en Estados Unidos, pero sí en una fuerte presión al descenso de los salarios en los años que vienen, tal como muestran los incrementos en las primas de seguros (14% en promedio), o en los tributos a la propiedad, las ventas y tantos otros.
Hay otras preocupaciones. Segmentos como los registros de déficits de cuenta, los registros de endeudamiento corporativo y de consumidores, el bajo refinanciamiento de pensiones y beneficios de salud de los retirados. Lo más angustiante es la explosión fiscal que se puede esperar como consecuencia de un aumento de los costos en cuidados de la salud y Seguridad Social para jubilados y pensionados que se incorporarán en los próximos años.
Lo que se necesita son líderes con determinación, capaces de emprender las fuertes, pero inteligentes políticas que los problemas requieren. En el pasado esa ha sido la vía mediante la cual se ha dominado la inflación y se han alcanzado los logros.
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Este es el resumen del artículo "¿Si todo está tan bien, por qué nos sentimos tan mal?" publicado en Noviembre 24, 2003 en la revista Fortune.
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