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Cómo protegernos del estrés de segunda mano | 
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| Es muy fácil "contagiarse" de estrés. Las investigaciones demuestran que el sudor producido al estar bajo situaciones de estrés libera unas "feromonas de alarma" que activan la amígdala (la región del cerebro relacionada con la excitación emocional) y básicamente crea estrés y prudencia en otras personas, según un reciente informe del Wall Street Journal. El estrés es contagioso. Y si usted no es bueno controlando su estado, será fácil dejar que ese estrés gane la pelea.
Entonces, ¿qué hacer? Todo depende de usted. Usted no puede controlar a otros, pero puede controlarse a sí mismo. Y de una manera exquisita. Y cuando se controle a sí mismo, será muy contagioso también –por lo que esto funciona en ambos sentidos. He aquí siete cosas que podrá hacer hoy para ayudar a protegerse a sí mismo del estrés de segunda mano:
- Respire y hágase presente en este momento, ahora. Observe su cuerpo, su respiración, lo que realmente le está sucediendo a USTED ahora mismo, no a los demás, y respire. Solamente este acto de presencia le dará espacio y perspectiva. Usted podrá elegir si desea estar estresado o no desde aquí en adelante.
- Recuerde que usted no es los demás. ¿Quién es la persona que está derrumbando la habitación o la conversación con su energía y las historias de estrés? Son ellos. No usted. No se una a ellos. No asuma su estrés. Muéstreles algo de compasión, tenga empatía, pero no se meta en el foso del estrés. (Usted probablemente empeorará las cosas si lo hace de todos modos).
- Burbujee. Esto significa activar el súper poder del espacio energético. Si usted se imagina teniendo una burbuja a su alrededor, con la energía y emoción dentro de la burbuja siendo toda suya y todo lo que está fuera de la misma siendo de los demás, esto puede darle espacio para decidir cómo desea estar con esa persona, así como lo que desea asumir o no.
- Tenga cuidado con la hora de los cuentos. Es tan fácil engancharse con una historia: de ellos, suya, de su madre. Esto es algo agotador y estresante. En su lugar, realice una pausa y manténgase controlado.
- Cambie su estado. Concéntrese en lo que esté agradecido. Encuentre diversión en este momento en que se siente tentado por el estrés. (Puede incluso llegar a reírse de sí mismo).
- Cuídese de manera proactiva. Practique una buena "presencia energética intencional" (IEP por sus siglas en inglés). Tome acciones antes de que incluso llegue a convertirse en un problema. Establezca sus intenciones al principio del día (o antes de la reunión) en cuanto a cómo desea sentirse y cómo desea aparecer. 28 gramos de proactividad es igual a 4,5 kilogramos de estrés.
- Entre en su cuerpo. Usted siente que el estrés se aproxima. Usted siente su atracción. ¿Y qué si no hay cantidad de ejercicios respiratorios o de la mente que funcionen? Sienta sus pies tocar el suelo. Su trasero tocar el asiento. Levántese, muévase, entre en su cuerpo, baile si es necesario, sonría y cambie.
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Este es el resumen del artículo "Cómo protegernos del estrés de segunda mano" publicado en en la revista Inc.
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