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Un recurso de marketing normalmente desaprovechado: el romance | 
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| Cuando escuchamos la palabra "romance", lo primero que nos viene a la mente son velas encendidas, miradas pícaras, rosas, etc. Pero el romance tiene otra definición más amplia: un sentimiento de misterio, emoción y lejanía.
Este es un sentimiento que, en esta era saturada de información, es cada vez más difícil de experimentar, según Tim Leberecht, quien en su libro El negocio romántico se pregunta si es posible atraer más clientes con un poco más de romanticismo.
"Estamos empezando a darnos cuenta de que, en toda estas charla incesante, hay algo que perdemos a ambos extremos. Cuando todo lo que decimos queda registrado, cuando todo es explícito, perdemos el aura de exclusividad. Cuando todo es predecible y automatizado, abandonamos la emoción que nos produce los extraño, las experiencias poco familiares; esas que tienen la capacidad de perturbar nuestra vida diaria y de darle sentido".
Este interés por lo desconocido es una oportunidad para los expertos en marketing que pueden ofrecer este tipo de emociones. "Nos encantan las marcas que nos ofrecen una belleza inesperada y fricción. Nos gustan los rebeldes que interrumpen nuestras rutinas y le dan sentido a la vida. Queremos que las experiencias sean únicas y preciosas. En otras palabras, queremos romance", insiste Leberecht.
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Este es el resumen del artículo "Un recurso de marketing normalmente desaprovechado: el romance" publicado en en la revista Inc.
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