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La manera correcta de invertir en arte | 
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| A la mayoría de la gente le gusta ver el arte, a algunos les gusta comprarla, y a casi nadie le gusta pagar de más por ella. Eso es casi, sin duda, lo que está pasando en la parte más caliente del mercado: el arte contemporáneo y de posguerra. Las ventas de estos trabajos se han disparado desde US$ 260 millones en 1995, a US$ 7,8 mil millones el año pasado. Cuando una categoría que abarca apenas siete décadas representa el 48% del total del mercado de subasta de obras de arte de 2014, es seguro decir que las gangas son escasas y difíciles de encontrar. Gente que colecciona para el largo plazo puede obtener más por su dinero mediante la adaptación de las estrategias de inversión de valor. Eso significa olvidar obras contemporáneas y de la posguerra, e ir en busca de piezas fuera de moda o descuidadas, con valor intrínseco. No se trata de voltear el arte con fines de lucro; se trata de aterrizar gemas que usted encuentra hermosas en sus propios términos y cuyo valor no ha sido inflado por la especulación. He aquí algunos enfoques a comprar fuera de la burbuja:
1. Compre fuera de moda. El arte es como la moda, los gustos cambian todo el tiempo. El mercado del arte es cíclico. Algunos artistas a veces están arriba y otras abajo. Si son lo suficientemente talentosos y fueron lo suficientemente populares, hay una buena probabilidad de que vuelvan. Adolphe Monticelli fue uno de los artistas más famosos en el siglo 19. Van Gogh le considera un mentor y Paul Cézanne encontró la inspiración en sus paisajes. Pero, finalmente, fue eclipsado por los impresionistas y su trabajo languideció durante casi un siglo. Recientemente se han realizado esfuerzos para resucitar su mercado, y aunque todavía se encuentra en un período de calma, ya algunos coleccionistas están apostando a que Monticelli volverá a estar en boga pronto.
2. Compre oscuro pero importante. Algunas de las categorías que se coleccionan permanecen improbablemente asequibles porque pocas personas son conscientes de que existen. Eso explica los precios de arte precolombino, las esculturas, jarrones, artefactos y joyas hechas en Sur y Centro América desde 13.000 a. C. a 1500 d. C. Hay momentos en que el valor del peso de una obra es mayor que el precio en que se estima que se vendería en una subasta. Una estatuilla de oro con miles de años de antigüedad, a veces cuesta menos de lo que costaría si se funde y se vende como un lingote.
3. Comprar fuera de la narrativa. El valor de cualquier artista está ligado a la importancia histórico-artística percibida en su trabajo. Las pinturas plenairistas al óleo de John Constable eran apreciadas porque había una sensación de que era un modernista, y podían explicarse muy felizmente en la marcha lineal de la historia. Muchos de sus cuadros ya se encuentran en los museos; sus principales obras se venden por millones en las subastas. Pero los Constables que no encajan perfectamente en la narrativa plenairista, son gangas comparativas. Muchos coleccionistas ignoran sus retratos, pintados en interiores. Y un dibujo de la catedral de Salisbury se vendió por un poco menos de US$ 25,000 a pesar de que fue creado durante uno de sus períodos deseables.
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Este es el resumen del artículo "La manera correcta de invertir en arte" publicado en en la revista Business Week.
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