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Cinco razones por las que los griegos tenían razón |
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| Los ciudadanos griegos rechazaron de manera contundente un plan de rescate elaborado por sus acreedores a comienzos de julio. Posteriormente, muchos observadores condenaron a los griegos por ser perezosos, ingratos y no estar dispuestos a aceptar las consecuencias de sus costumbres despilfarradoras. Pero los griegos tenían razón en decir que no. Solo considere las siguientes razones:
1. La austeridad no es una solución para ningún problema económico: lo que quieren los acreedores, banqueros y legisladores de la Unión Europea es una continuación de los programas de austeridad que han provocado un 25% de desempleo. Grecia ha dicho que no, y con razón: ¿qué problema económico se resuelve mediante despidos de personas? No existe ninguna lógica económica inteligente en el fondo de la austeridad; cada pequeña parte de ella es tan descabellada como pueda parecer.
2. Los programas sociales griegos son menos generosos que los de Francia o Alemania: desde el 2001 (año de la entrada griega en el sistema del euro) hasta el 2007 (comienzo de la crisis financiera mundial), Grecia le dedicó un promedio del 20,6% del PIB a los programas sociales, mientras que Alemania y Francia lo hicieron en un 26,7% y 28,7%. Esa es una diferencia significativa, y va en una dirección que no apoya la hipótesis de la holgazanería griega.
3. La productividad laboral griega ha aumentado más rápidamente que la alemana: de hecho, Grecia no solo gasta comparativamente menos en programas sociales, sino que la productividad de sus trabajadores aumentó a un ritmo más acelerado que la de los alemanes. Sin embargo, mientras los aumentos de productividad en Grecia fueron trasmitidos a los trabajadores en forma de salarios más altos, ese no fue el caso de Alemania donde se introdujeron nuevas y flexibles políticas del mercado laboral en el año 2002. La represión de salarios en Alemania significó el aumento de los estándares griegos de vida –uno de los objetivos para unirse al euro en primer lugar– y esto causó que creciera un modesto déficit comercial griego a un ritmo constante durante la crisis, mientras los costes laborales alemanes fueron suprimidos. Lo que conduce al punto No. 4…
4. La crisis griega es función de su déficit comercial, no del gasto social del Gobierno: para comprender la verdadera naturaleza de la crisis, es muy importante comprender que lo que ha sucedido es función de los déficits comerciales griegos, no de los déficits presupuestarios del gobierno griego. Si Grecia adquiere más bienes y servicios de Alemania que lo que Alemania le compra a Grecia, ellos deben financiar esto vendiendo activos financieros y/o mediante préstamos. Esto genera deuda externa. Por el contrario, si Grecia le vende más a los alemanes que lo que los alemanes le compran a Grecia, entonces Alemania debe vender activos financieros u obtener préstamos de Grecia.
5. La crisis griega es función de la forma en que la zona euro se encuentra organizada: el problema al que se enfrenta Europa es una crisis sistémica. Aquellos que intenten comprenderlo como un reflejo de las especificidades nacionales, perderán totalmente la perspectiva del tema y cualquiera de las políticas que se desprendan de tal análisis serán desde impotentes hasta desastrosas (con las actuales recomendaciones apuntando a esto último). Explicado de una manera simple, el problema fundamental radica en que el sistema castiga el éxito.
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Este es el resumen del artículo "Cinco razones por las que los griegos tenían razón" publicado en en la revista Forbes.
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