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No MAS | 
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| Al hablar de cuando tomó el poder hace nueve años, Evo Morales, presidente de Bolivia, promociona su victoria como el final de 500 años de dominio colonial. Bolivia se independizó en 1825, pero sus gobernantes tenían la perspectiva de los imperialistas. El cambió llegó por fin con el movimiento de resistencia indígena del señor Morales. Gobernaremos "los próximos 500 años", proclamó Morales.
La habilidad con el teatro y los simbolismos, y su reescritura de la constitución para reforzar los derechos de la población indígena de Bolivia, explican la popularidad del presidente. En las elecciones en octubre pasado ganó fácilmente un tercer mandato. Su Movimiento Al Socialismo (MAS) reclamó dos tercios de los escaños en ambas cámaras de la legislatura. Los partidarios comenzaron hablando de un cuarto mandato que empezaría en 2020, a pesar de que según la Constitución Morales no se puede lanzar de nuevo.
Así que los resultados en las elecciones regionales y locales celebradas el 29 de marzo fueron una sorpresa. Los candidatos de oposición ganaron ocho de las diez ciudades más grandes de Bolivia, frente a solo cinco en la última votación en el 2010. El MAS ganó solo cuatro de las gobernaciones en los nueve departamentos administrativos autónomos (estados). En dos gobernaciones donde nadie obtuvo la mayoría, habrá nuevas elecciones el 3 de mayo. El recuento de votos en una tercera gobernación espera una decisión oficial en una segunda vuelta. En esos estados anti-gubernamentales la oposición tiene la oportunidad de unirse en torno a un solo candidato. La votación fue un llamado de atención al MAS, y una advertencia al Sr. Morales.
Lo más preocupante para el partido de gobierno fue su desempeño en el departamento de La Paz, hasta ahora un bastión oficialista. Morales perdió tanto la gobernación del departamento como la alcaldía de El Alto, un asentamiento poblado principalmente por votantes indígenas aymaras, los más entusiastas partidarios del señor Morales. El alcalde opositor de la ciudad de La Paz, sede del gobierno de Bolivia, fue reelegido con una mayoría aún más grande. A pesar de que disfrutó los beneficios de estar en el poder, el MAS recibió solo el 41% de los votos, frente al 61% en las elecciones nacionales de octubre. Antes de la votación el Sr. Morales amenazó que no cooperaría con los alcaldes y gobernadores de la oposición, una táctica que puede haber sido contraproducente.
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Este es el resumen del artículo "No MAS" publicado en en la revista The Economist.
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