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La nueva política petrolera de Uruguay |
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| En un reciente referendum, los uruguayos votaron por restaurar el monopolio del Estado en la industria petrolera. La mayoría, un 60%, se negó a la apertura a las inversiones foráneas en el área. Uruguay es un país tradicionalista, que vio afectada su economía tras la crisis argentina. Su actitud es tal vez muestra de lo que está pasando en toda Latinoamérica. Ya en República Dominicana se renacionalizaron dos empresas de electricidad y la presión también está sobre Bolivia en lo que concierne a tomar el control de su producción de petróleo y gas.
En Uruguay, se podría decir que hubo una especie de ensayo para las venideras elecciones en octubre próximo. Los resultados sugieren que el partido Frente Amplio un grupo de izquierda que ganó su posición en el referéndum, se hará del poder presidencial. Este fenómeno terminaría con más de un siglo de permanencia de dos partidos tradicionales y marcaría una transición por primera vez en la historia del país. Por otra parte, la erosión del respaldo al presidente Jorge Batlle, ha estado signada por la debacle económica (el colapso financiero argentino obligó a muchos de estos ciudadanos a retirar sus dólares de las cuentas de los bancos uruguayos causando la desestabilización de los bancos). La economía uruguaya se contrajo en 11% en el 2002, el desempleo alcanzó el 20% y la recuperación no se vislumbra como en Argentina.
Tabaré Vézquez, ex alcalde de Montevideo que lidera Frente Amplio, no ha asomado sus planes en materia económica. Pero el que este partido haya ganado en el referéndum no es muy buena señal. Uruguay no produce petróleo. ANCAP, la empresa petrolera, gerencia una cementera, una destilería de whisky y una refinería tan ineficientemente que el combustible cuesta 20% más de lo que debería. La deuda será la prueba del próximo gobierno. El Frente dice que la reestructuraría, pero la pregunta es cómo, si emulando a su vecino Argentina o a Brasil.
Mientras, Uruguay ha escapado de los temores de la pre elección que impulsaron la inflación y las tasas de interés el año pasado en Brasil. Esto se debe en parte a que la presidencia de Vézquez, si llega a darse, no será una sorpresa. El Frente apunta a favorecer la estabilidad económica y el empleo. Los expertos dicen que se logrará de las exportaciones pero no de las tradicionales como lana y carne. Un objetivo noble, pero el Frente debería cortejar a los inversionistas en vez de hacerlos huir.
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Este es el resumen del artículo "La nueva política petrolera de Uruguay" publicado en Diciembre 13, 2003 en la revista The Economist.
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