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La cara del emprendedor | 
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| La cara de un emprendedor ha evolucionado con el paso de los años, y hoy, es dramáticamente diferente. Pero, ¿cómo lucirá el emprendedor del futuro? Los emprendedores actuales son más diversos racialmente, en género y también en edad, y hay una mayor proporción de ellos dedicados a los servicios que a las empresas de manufactura o venta al detal. Probablemente el mayor cambio que se verá es que los dueños de empresas del 2010 serán más mujeres o pertenecientes a una minoría. Esto se debe a que ha aumentado la presencia de ambos grupos en la fuerza de trabajo de Estados Unidos, por tanto es natural el aumento de su participación en la tenencia de nuevos negocios.
No sólo las mujeres y las minorías se están volviendo más visibles, sino que están adquiriendo voz propia. Cada vez aspiran más participación en el día a día de los negocios y sus actividades relacionadas, como la reforma del sistema de cuidado de la salud por ejemplo. Ahora toman más en serio el acercamiento a Washington mediante sus representantes estatales, para impulsar los requerimientos de los emprendedores ante el gobierno federal. Una de las mayores preocupaciones por ejemplo es el acceso al capital, el cual resulta difícil de obtener por las vías convencionales.
Está claro que las mujeres y las minorías todavía tienen mucho terreno por andar, pero a medida que la cifra aumente, la comunidad de negocios se verá forzada a corregir algunas fallas, como dedicar mayor atención al público femenino de las universidades que busca orientación en la preparación para el área de los negocios.
En cuanto a la edad, ya que la población está envejeciendo, se espera que el emprendedor sea algo mayor y por ende más sintonizado con las necesidades de su sector (se calcula que la edad promedio pasará de 35,9 años de 1988 a 40,7 en el 2008). Aún más, la recesión de los últimos años dejó sin empleo a muchos trabajadores medios, aumentando así el potencial del grupo de los emprendedores. Este grupo de trabajadores de mayor edad también tienen una posición diferente ante la vida, por lo que muchos expertos piensan que buscarán crear negocios que sean de su preferencia, en lugares que resulten cómodos y apropiados, con alta disponibilidad de manejo de tiempo personal. Al respecto los avances tecnológicos jugarán un papel importante haciendo la vida más fácil a este tipo de emprendedor.
Pocos emprendedores se dedicarán a empresas de manufactura o venta al detal, sectores que van en declive. Sólo en el primero se han perdido 3 millones de puestos de trabajo en los últimos años. Así se podría considerar el segmento de los servicios de alto valor, que a la vez necesitan mayores niveles de educación y una interacción más cercana con suplidores y clientes foráneos para tener éxito. El Departamento de Comercio de Estados Unidos estima que el número de pequeñas empresas que exportan se han triplicado entre 1987 y 1997, tendencia que se espera continúe.
El emprendedor del futuro será racialmente más diverso, de mayor edad, devoto del tiempo personal y familiar, enfocado más a lo global, mejor educado y más concentrado en el área de servicios. De las características personales, algunos estudios indican que el emprendedor requiere una cierta cantidad de neurosis, extroversión, escrúpulos, aceptación y franqueza.
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Este es el resumen del artículo "La cara del emprendedor" publicado en Enero 2004 en la revista Entrepreneur.
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