|
La era de la banca islámica |
|
| Los eventos de los últimos años han demostrado el resentimiento del mundo musulmán en contra del poder occidental. Tal poder es más evidente en la arena financiera, donde los bancos occidentales y mercados financieros dominan en franca contraposición a las creencias tradicionales islámicas. Sin embargo, en los últimos 25 años se ha estado gestando un reto no violento a ese poder. El cambio ha venido de un grupo de instituciones financieras islámicas y subsidiarias de bancos internacionales que han expandido sus operaciones. La banca islámica ha pasado de casi nada a una industria con activos de cientos de billones de dólares y la mitad del mercado de consumo.
El libro santo islámico, el Corán, incluye una prohibición de cargar la riba, una forma de interés común en la sociedad árabe preislámica. Este mecanismo dobla la tasa si una deuda no es pagada cuando se debe y continúa en cada intervalo de tiempo. Muchos consideran a la riba como un elemento extemporáneo, y muchos musulmanes ven los intereses como algo que va contra la religión. Esto podría reglamentar el funcionamiento de la banca moderna, pero los musulmanes quieren ahorrar dinero, resguardarlo de la inflación e invertirlo de manera de obtener beneficios, así como, también, ver la expansión de sus empresas, construir nuevas plantas y poder contar con nuevas inversiones de capital. Estas demandas contradictorias de creencias religiosas y necesidad económica han dado el ímpetu necesario para un cambio y crecimiento de la banca islámica.
En 1973, siete naciones árabes se unieron para formar el Banco Islámico de Desarrollo, el cual funcionaría como el Banco Mundial, promoviendo el desarrollo económico pero bajo los parámetros del Islam (el banco posee ahora 55 miembros). Entre otras iniciativas, Elli Elhadj, expresa haber sido el primero en introducir en 1980, un instrumento de acuerdo con el Islam. Hoy en día existen 150 bancos islámicos alrededor del mundo. Con el crecimiento, también los bancos internacionales convencionales han seguido la tendencia, ofreciendo productos especiales a los inversionistas e, incluso, cajeros automáticos particulares o la posibilidad para los clientes musulmanes de saber que su dinero está siendo manejado de una forma religiosamente pura.
Ahora hay un índice islámico Dow Jones, que incluye empresas que no producen alcohol, tabaco y otros artículos prohibidos por el Islam. No obstante, algunos obstáculos prevalecen, como las diferencias culturales de cada país, entre los diferentes bancos islámicos y las ofertas de productos de estas instituciones. El mercado está segmentado por el nivel de conservadurismo religioso. En consecuencia, algunos grupos se han reunido para tratar de establecer estándares.
Para algunos expertos el escaso desarrollo del mundo musulmán en algunas áreas, ha sido el resultado de reglas religiosas que limitaron el tamaño de las organizaciones, predicaron la herencia de patrones y mantuvieron la protección legal a algunas corporaciones e individuos. En el proceso, el mundo musulmán perdió tiempo valioso mientras la revolución industrial estaba cambiando al occidente y desarrollando nuevos sistemas legales y religiosos, que impulsaron el crecimiento económico. Sin embargo, ahora las innovaciones que se dan en las finanzas islámicas podrían potenciar el desarrollo en el mundo musulmán.
|
Este es el resumen del artículo "La era de la banca islámica" publicado en Marzo 09, 2004 en la revista Knowledge @ Wharton.
Vea otros artículos publicados en Knowledge @ Wharton u otros artículos sobre Finanzas.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|