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Festín o hambruna | 
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| Los bancos en Venezuela enfrentan grave un problema: los expertos señalan que su mayor cliente, el Gobierno, está hundiendo al país con el financiamiento de las instituciones bancarias. Los bonos emitidos por el gobierno son de alta liquidez, bajo overhead y están libres de impuestos. Además, el conflicto político del país ha impulsado su rentabilidad. Bajo la amenaza de un posible referéndum, el gobierno del presidente Hugo Chávez ha pedido prestado para poder pagar los programas populares destinados a los más necesitados.
El sistema bancario cuenta ahora con ganancias derivadas tanto de papeles oficiales como del resto de su portafolio crediticio. "Ahora, cuando la población está muriendo de hambre, los bancos están ganando como nunca antes”, dice Oscar García Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito. Este banco no ha comprado los bonos del Gobierno, sino los papeles del Banco Central. "¿Qué otra cosa vamos a hacer con los bolívares?”, se pregunta Francys Rugeles, vicepresidente ejecutivo de mercadeo del Banco Provincial.
Los analistas coinciden en que la Venezuela rica en petróleo todavía goza de buen riesgo crediticio. Sin embargo, los bancos están ayudando a Chávez a acumular una inmensa deuda, que podría potenciar una eventual devaluación, que no llegaría a los niveles del colapso argentino, pero que podría elevar rápidamente el costo de vida de los venezolanos.
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Este es el resumen del artículo "Festín o hambruna" publicado en Abril 2004 en la revista LatinTrade.
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