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¿Se está acabando la luna de miel de Lula? | 
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| Fue la mayor sorpresa de Latinoamérica. Luego de una aplastante victoria electoral en el 2002, que se sustentó sobre una campaña que prometía renovar la economía y luchar por los pobres, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, emocionó a los inversores preocupados cuando mantuvo el plan de austeridad financiera de sus predecesores. Los mercados financieros no respondieron al nerviosismo y, el año pasado, gozaron de ganancias importantes, que se mantienen hasta ahora.
Pero, ahora, existe mucha presión para que Lula se aparte del populismo. Luego de gozar de un gran apoyo durante su primer año, Lula está enfrentando duras críticas de parte de su propio partido, la coalición de gobierno y los votantes en general. Muchos se sienten traicionados por el rechazo de Lula hacia las políticas socialistas por las que su partido siempre ha luchado. Según un sondeo hecho en marzo, la popularidad del Gobierno bajó de 41%, en diciembre, a 28%, en marzo. Asimismo, la aceptación de Lula ha bajado de 66% a 51%. Mientras tanto, algunos líderes del Partido Liberal, el partido del vicepresidente José Alencar, han pedio que el ministro de finanzas, Antonio Palocci, y el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, sean despedidos; lo que constituye un acto increíblemente desleal.
Tanto la derecha como la izquierda están alzando la voz debido al descontento que a suscitado el estado de la economía, que sólo ha crecido en promedio 2%, desde mediados de los años 90. Los brasileños están encarando a Lula para reclamarle por la promesa que este hiciera de un “crecimiento espectacular”. Sin embargo, la economía se contrajo 0,2% en el primer año de gobierno de Lula. El desempleo está detenido en 12% y, en Sao Paolo, la capital industrial, este llegó a 20% en febrero; lo que constituye un récord.
A pesar de todo esto, no todo son noticias negativas. La buena noticia para Lula es que este año la economía crecerá alrededor de 3%, lo que será bienvenido por los electores. Pero Brasil necesita un crecimiento de 5% o 6% para acabar con el desempleo. Y esto requiere, a su vez, una dolorosa reforma del sistema impositivo, de la burocracia y de los mercados laborales. Sin embargo, Lula se muestra algo fatigado con respecto a las reformas necesarias.
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Este es el resumen del artículo "¿Se está acabando la luna de miel de Lula?" publicado en Abril 26, 2004 en la revista Business Week.
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