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Luces, cámaras, pero nada de acción |
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| ¿Será fruto del pecado o una extraña forma de autoregulación? La floreciente industria pornográfica de California está sorpresivamente en crisis gracias a que el 13 de abril, Darren James, un actor veterano, declaró que era VIH positivo. Unas 13 mujeres que habían... actuado con James fueron puestas inmediatamente en cuarentena. Se espera que nadie trabaje con ellas en 60 días. También ha sido puesta en cuarentena una “segunda generación” de 40 actores y actrices que habían tenido sexo con esa “primera generación”. Una estrella pornográfica con una buena trayectoria se puede lanzar a la Gobernación de California. Quizá esta sea una llamada de advertencia.
La industria, que tiene su sede en el valle de San Fernando, a las afueras de Los Angeles, está de acuerdo con promover una imagen responsable. Es necesario que los actores se hagan una prueba de VIH al menos cada mes. No se le permite a ningún actor desempeñarse dentro de la industria si no puede demostrar que está libre de la infección. Darren James estaba al día con los exámenes, pero hay un período de dos semanas entre la infección y la posibilidad de detectar el virus; y, aparentemente, James había actuado en una película en Brasil, donde, por una parte, no se toman en serio las pruebas; y, por la otra, buena parte de los actores son VIH positivo. Tan pronto como James fue diagnosticado VIH positivo, casi todos los estudios declararon 60 días de espera. La actriz porno, Jenna Jameson, y su productor, señalaron que crearían un “fondo de asistencia” para ayudar a los actores que pierdan de repente sus medios de subsistencia.
Mala suerte para los productores. El Departamento de Salud de Los Angeles no se muestra muy sorprendido. El 19 de abril, se señaló que los actores debían utilizar condones. Esto era estipulado por las regulaciones de California sobre salud y seguridad en el trabajo.
Pero, los productores arguyeron que los actores eran contratados independientemente y, por tal motivo, no tenían que hacer caso a las regulaciones. Lo que realmente quisieron decir los productores, es que una película con condones vende menos. Por tal motivo, sólo dos de las 200 productoras en el sur de California exigen el uso de condones, y menos de un quinto de los 1.200 actores de la industria utiliza condones regularmente. Esto podría cambiar. Esta semana, Adam Glaser, un productor conocido en la industria como Seymore Butts, dijo que estaba estableciendo una política de “sólo condón” para todas sus películas. Esto es riesgoso. En la pasada alarma de VIH que sufrió la industria en 1998, antes de que fuera obligatorio hacerse exámenes, algunos productores comenzaron una política parecida, y la pasaron muy mal.
En otras palabras, la pregunta comercial es si las regulaciones estatales para estas películas obligarán a los productores a mudar la industria fuera de Estados Unidos. ¿Será esta la próxima industria estadounidense (produce 4.000 películas al año, la mayoría en California, con ganancias de hasta US$ 13 millardos) que funcionará con la modalidad de outsourcing?
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Este es el resumen del artículo "Luces, cámaras, pero nada de acción" publicado en Abril 24, 2004 en la revista The Economist.
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