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Piénsalo bien: Al Qaeda



Revista: Foreign Policy
Tema: Seguridad y defensa
Fecha: Mayo-Junio 2004
Autor(es): Jason Burke
La mención de Al Qaeda supone imágenes de una eficiente red de terrorismo, guiada por una poderosa mente criminal. Pero Al Qaeda es más letal como ideología que como organización. El “Al Qaedaismo” continuará atrayendo seguidores en los próximos años, sea este liderado por Osama bin Laden o no.

Al Qaeda es más una ideología que una organización. Esta palabra árabe puede ser traducida como “base de la operación” o “fundación”, “precepto” o “método”. Los militantes islámicos prefirieron siempre estos últimos términos. En 1987, Abdullah Azzam, hizo un llamado a los hombres a que, actuando independientemente, dieran un ejemplo al resto del mundo islámico, con lo que galvanizarían el umma (la comunidad global de creyentes) contra sus opresores. Aunque Bin Laden y sus seguidores crearon una estructura que atrajo nuevos miembros que, a su vez, establecieron nexos entre grupos islámicos preexistentes, nunca crearon una red terrorista coherente como es normalmente concebida. Más bien, Al Qaeda funcionó como una firma de capitalistas de riesgo que brindó asesoramiento estratégico y económico a diferentes grupos e individuos del mundo islámico. Hoy en día, el grupo se ha disuelto, pero la idea del “Al Qaedaismo” está creciendo y fortaleciéndose, día a día.

Quienes creen que el movimiento cesará con la muerte de Bin Laden están equivocados. En términos prácticos, este líder tiene ahora una capacidad limitada para cometer actos de terrorismo y es poca su participación en las células y grupos autónomos. En la actualidad, los grupos islámicos pueden acudir a otros representantes, como el activista jordano Abu Musab al-Zarqawi. Sin embargo, Bin Laden todavía juega un papel importante como propagandista.

El objetivo no es conquistar, sino derrotar a Occidente. Con esta tarea culminaría el proyecto comenzado con la Cruzadas y los períodos coloniales de división y humillación del Islam. La meta secundaria es establecer el califato o estado islámico en las tierras que corresponden, esto es Oriente Medio, el Maghreb (África del Norte bordeando el Mediterráneo), parte de los Balcanes, Sur de España, Asia Central y algo del Lejano Oriente. Estados Unidos y el occidente en general deben ser derrotados porque son obstáculos para estos fines.

Es erróneo pensar que los militantes rechazan las ideas modernas en favor de la teología tradicional musulmana. El empleo de Internet y de videocassettes para movilizar a los fieles es prueba de ello. Tampoco es cierto que desde la aparición de Al Qaeda los islámicos moderados han estado marginados. Este grupo es para muchos una rama disociada, sólo una minoría de los 1,3 billones de musulmanes que adhieren a su doctrina. Muchos simpatizan con Bin Laden sólo por su enfrentamiento con Estados Unidos.

Entre otras ideas inexactas sobre este problema está la creencia de que el conflicto palestino-israelí es central para la causa de los militantes de Al Qaeda. Asimismo, el peligro inminente del uso de armas de destrucción masiva que se ha difundido no es del todo cierto, ya que los subversivos no tienen las facilidades técnicas necesarias para crear dichas armas. Las pocas instalaciones que se han encontrado son bastante rudimentarias y no hay evidencia de que haya habido al menos intentos de fabricación de bombas con material radioactivo.

Por último, tampoco es cierto que el Occidente esté ganando la guerra al terrorismo. Lo cierto es que ha habido algunos éxitos en la batalla. Se ha logrado apresar a seguidores de Bin Laden, se han incrementado los presupuestos de seguridad de las naciones y se ha mejorado la cooperación entre países, lo cual ha minimizado el potencial de los ataques. Sin embargo, si los países están comprometidos con ganar la guerra contra el terrorismo, deben primero erradicar los enemigos sin crear unos nuevos. Deben negarse a negociar con quienes no se lograría el apoyo local. Si los países occidentales están llamados a tener éxito, deben acoplar el componente militar con el componente cultural.




Este es el resumen del artículo "Piénsalo bien: Al Qaeda" publicado en Mayo-Junio 2004 en la revista Foreign Policy.

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