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Asesinando a Linux |
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| El sistema operativo Linux, respaldado por IBM, HP, y otros, amenaza con romper el monopolio de Microsoft. Pero las demandas legales que ha introducido SCO, alegando la propiedad de parte del código, podrían estropear los planes. SCO se hizo conocido cuando, en el 2003, demandó a IBM, alegando que esta firma se había apropiado indebidamente de parte de su software, llamado Unix, para formar parte de Linux. Este último es un sistema operativo de código libre que puede ser descargado de Internet totalmente gratis, permitiendo así que sea desarrollado por programadores, adaptado a las necesidades de cada usuario y distribuido sin restricciones. Con Microsoft Windows, no se puede hacer nada de esto, dadas las trabas legales y tecnológicas.
Aunque Linux comenzó como un experimento, en los últimos años, empresas como: IBM, Hewlett-Packard, NEC, Intel, Computer Associates, Fujitsu, Hitachi, y otros, han visto su enorme potencial comercial. Estas empresas consideran que pueden hacer dinero indirectamente vendiendo el hardware asociado u ofreciendo servicios de apoyo, entre otras cosas. Estas ideas han generado inversiones de US$ 1 millardo para la actualización de Linux en distintas áreas. Los beneficios ya han comenzado a verse. IBM reportó más de US$ 2 millardos en ingresos relacionados con Linux el año pasado. Ahora es común ver el sistema operativo en los servidores de las empresas más importantes, universidades e instituciones gubernamentales. Además, logró 23,5% del mercado para software de nuevos servidores durante el 2002 (Microsoft tuvo el 55%). Muchos CTO y CIO consideran a Linux más confiable, flexible y transparente, sin mencionar que es mucho más económico. Adicionalmente, Linux está ganando terreno en el entorno de escritorio.
Dada la importancia de Linux, la disputa legal de SCO ha pasado de un lío de dos a una controversia de varias empresas. El origen es la adquisición, en el 2001, de SCO de Unix, un sistema operativo desarrollado por AT&T a finales de los sesenta para el uso en los grandes sistemas informáticos y miniordenadores. Para mayo del 2003, SCO anunció que había descubierto otros fragmentos del código de Unix en Linux, por lo que envió cartas a las empresas, diciendo que los usuarios finales de Linux estarían violando los derechos.
Luego, el distribuidor de software Novell se involucró en el problema. Esta empresa ha estado cambiando su modelo de negocio hacia Linux, decisión por la cual sería recompensada por IBM con una inversión de US$ 50 millones en noviembre pasado. En mayo del 2003, Novell anunció que poseía todos los derechos de Unix que SCO había alegado contra IBM y usuarios finales de Linux. En enero, SCO demandó a Novell por "calumniar su posesión" de los recursos de Unix. Finalmente, el pasado marzo, SCO demandó a dos usuarios finales de Linux: AutoZone y DaimlerChrysler, en cortes estatales. Ahora cada empresa que haya considerado adoptar este sistema operativo tendría que preocuparse por no ser la próxima demandada.
Las demandas de SCO enseñan que el software debería ser un bien público, no un producto, y que el software libre es sólo un ejemplo de cómo una aproximación radicalmente diferente, más pública, a la propiedad intelectual, podría servir mejor al avance del conocimiento, la innovación y la creatividad.
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Este es el resumen del artículo "Asesinando a Linux" publicado en Mayo 17, 2004 en la revista Fortune.
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