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Mucho oro, poco apuro |
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| Una mina de oro multimillonaria en Venezuela espera por alguien que quiera explotarla. En 1991, la Corporación Placer Dome ganó la concesión para sacar la producción del mineral de un área del noreste del país y creyó que había logrado el negocio del siglo. Después de todo, la mina “Las Cristinas” contenía entre 10 y 12 millones de onzas de oro, así como grandes reservas de cobre. Pero Placer no contaba con la caída de los precios y, hoy en día, después de más de doce años e innumerables procesos judiciales, la empresa quedó fuera de la negociación. Ahora Crystallex, de Toronto, posee la concesión y promete comenzar la explotación el próximo año. Sin embargo, un tercer jugador, Vannessa Ventures, se adjudica la concesión de la mina y pretende detener a Crystallex. Mientras tanto, miles de pequeños mineros brasileños y guyaneses han invadido los terrenos de la concesión.
Para muchos, el problema es el país ya que los gobiernos venezolanos se han dado a la tarea de vender o dar en concesión las minas varias veces sin revisar los procesos. En 1997, Crystallex obtuvo los derechos de “Las Cristinas”, aunque, para ese entonces, Placer ya las estaba explotando conjuntamente con la Corporación Venezolana de Guayana. Las demandas de Crystallex fueron suficientes para menguar el proyecto; a la par, el precio de la onza de oro bajó de US$ 400, en 1996, a US$ 250, por lo que, en julio del 99, Placer suspendió los trabajos en la mina y vendió sus acciones a Vannessa Ventures, aunque retuvo algunos derechos.
Las autoridades venezolanas alegaron que Minería Las Cristinas y Placer habían incurrido en una violación de contrato y, en noviembre del 2001, la Guardia Nacional desalojó a todos los empleados de las instalaciones. El Gobierno dispuso nuevamente la concesión y fue ganada por Crystallex. Pero Minería Las Cristinas reclamó nuevamente sus derechos sobre el negocio. Esta empresa no está sola en el proceso, ya que la Asamblea Nacional dispuso una subcomisión liderada por el parlamentario Edgar Mora para investigar el contrato de “Las Cristinas”.
Crystallex señala que ganó el contrato limpiamente. El presidente de esta empresa, Luis Felipe Cottin, expone además que los juicios de “Las Cristinas” son contra la Corporación Venezolana, que es del Gobierno, no contra Crystallex. La Corporación Venezolana no ha emitido respuesta al respecto.
Hoy en día Crystallex es la empresa encargada de “Las Cristinas”, mientras Vannessa ha emprendido acciones legales para tratar de detenerla. Se estima un potencial de 10,2 millones de onzas de oro (a un precio de US$ 400 por onza, se tendría un total de US$ 4,08 billones). Crystallex tiene, además, el apoyo de la Cámara Minera Venezolana de Comercio, organismo que teme que los continuos retrasos en “Las Cristinas” podrían afectar la imagen del país.
Pero Crystallex podría enfrentar más que sólo juicios. Los miles de mineros ilegales puede que estén renuentes a salir del área y los activistas ecológicos están luchando para prohibir toda la minería en esta región biológicamente diversa, que forma parte de la reserva del bosque amazónico. Cottin dice que Crystallex desarrollaría el área de 2.400 hectáreas de la concesión y dejaría el vacío de la mina como un depósito de agua, un plan que no le sienta bien a los activistas ecológicos.
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Este es el resumen del artículo "Mucho oro, poco apuro" publicado en Mayo 2004 en la revista LatinTrade.
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