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El TLC al banquillo



Revista: Revista Poder
Tema: Comercio exterior
Fecha: Junio, 2004
Autor(es): Jorge H. Botero y Emilio Sardi
Se abre el debate en Colombia sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto Botero, defiende la inserción de Colombia en la economía global, y dice que la firma del TLC es una decisión estratégica. Por su parte, Emilio Sardi, reconocido empresario, dice que es fundamental contar con estudios de impacto sectorial e involucrar al Congreso en la discusión y aprobación del tratado, un sistema similar al que se aplica hoy en Estados Unidos.

Para el ministro de Comercio, Industria y Turismo, múltiples son las razones por las que Colombia debe mantener su objetivo de inserción en la economía global. Para empezar, se tiene la optimización de las ventajas comparativas, de modo tal que los países puedan especializarse en producir y exportar aquello en lo que son más eficientes, importando a cambio aquello que no producen o que otros producen a menor costo o mayor calidad. Otras dos razones específicas por las cuales Colombia tiene que profundizar sus vínculos económicos con el exterior serían: 1) el grave riesgo de quedarse sin petróleo (la producción ha caído y las reservas se han disminuido); 2) Colombia necesita inversión extranjera en volúmenes superiores a los actuales en algo así como el 3% del PIB para poder hablar de crecimiento. Además, la economía estadounidense es la más grande del mundo y registra tasas elevadas de crecimiento. Es el destino de casi la mitad de las exportaciones y la fuente principal de la inversión extranjera que recibe el país. La ubicación geográfica brinda al país posibilidades de acceso expedito a sus principales mercados. Existe amplia complementariedad entre ambos aparatos productivos. Y, por último, quedarse sin reaccionar sería rezagarse, ya que muchos países han mostrado interés en empezar relaciones comerciales con Estados Unidos, entre ellos China.

No obstante las razones a favor, Emilio Sardi dice que la improvisación es tal que sólo hay un estudio de Planeación Nacional sobre el TLC y limitado a sus efectos arancelarios, donde se expresa que aumentará el déficit comercial, ya que incrementará mucho más las importaciones que las exportaciones. También señala la urgencia de estudios que estimen los daños que otros temas distintos al acceso a los mercados causarán al país. Con el TLC se pretende imponer a Colombia una legislación sobre toda su actividad económica, normas que van mucho más allá de las establecidas por la OMC y atentan contra la Constitución e impedirán que el país pueda decidir en el futuro en sus estrategias de desarrollo. Por estas razones, la prisa que hay por firmar el TLC sin el estudio debido y sin el consenso necesario es inaceptable. Y, en todo caso, es responsabilidad del Congreso colombiano debatir conscientemente sobre la propuesta.




Este es el resumen del artículo "El TLC al banquillo" publicado en Junio, 2004 en la revista Revista Poder.

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