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En mis propias alas |
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| Un viaje de negocios es más costoso de lo que usted piensa. En la cuenta total se incluyen el valor del pasaje y del alojamiento, el tiempo perdido esperando el chequeo de los aeropuertos, las noches de hotel para ajustarse a los itinerarios ofrecidos por las aerolíneas y la pérdida moral de tener que pernoctar lejos de su familia. Por ello, cada vez son más las compañías que han comenzado a incluir una aeronave entre su lista de activos. De hecho, los fabricantes de aviones ejecutivos que han visto sus mercados tradicionales contraerse ante la inestabilidad global de los últimos años, han orientado sus timones a mercados emergentes como América Latina, donde el potencial es inmenso.
Los fabricantes de naves corporativas, como Boeing, Cessna o Embraer, ofrecen en la región cada vez más alternativas que pueden ajustarse a distintas necesidades de viajes y presupuestos. Algunos incluso ofrecen atractivas promociones para que las compañías latinoamericanas se atrevan a dar el paso decisivo. Es el caso de la canadiense Bombardier, que para incentivar las ventas de su modelo Learjet 40 ofrece a quienes envíen una orden de compra antes del próximo 31 de octubre, 25 horas de vuelo gratis en un Learjet 45 en Estados Unidos o Europa y 60 meses de cobertura gratuita con el programa “Smart Parts Plus”, que se suman a los 60 meses de garantía del avión.
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Este es el resumen del artículo "En mis propias alas" publicado en Julio 2004 en la revista América Economía.
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