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Las calles seguras | 
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| Hace tres años, los productos no podían llegar a las distintas poblaciones colombianas a causa de la guerrilla, que exigía el pago a los transportistas. Ahora, después del esfuerzo del presidente Alvaro Uribe, conjuntamente con la contribución del gobierno de Estados Unidos, la situación ha cambiado. Este mandatario de 51 años ha convivido con la violencia. Su padre fue asesinado en un intento de secuestro, y él, ha sobrevivido a 13 intentos de asesinato.
Una de las medidas ha sido la asignación de policías en municipalidades y caminos, en lo que es una estrategia de mano dura contra la guerrilla y fuerzas paramilitares. El año pasado, cerca de 16 mil miembros de estos grupos desertaron, o fueron capturados o asesinados. Además, han bajado las interrupciones al servicio de energía, los ataques a los centros de distribución de combustible y los robos a camiones de carga. Uribe ha dicho que su meta es como mover un barco de miles de toneladas, pero se está logrando.
Por su parte, las empresas colombianas explican que el mejoramiento de la seguridad ha dado cierta confianza a consumidores y productores. De hecho, la inversión privada aumentó el año pasado y la economía creció en términos reales. Los secuestros bajaron 26% así como los homicidios (20%). Los colombianos han vuelto a movilizarse por el país. Estos cambios han favorecido a Uribe, que ya cuenta con un 79% de aprobación. No obstante, se sabe que Colombia aún no está libre de problemas, el país todavía suple el 85% de la cocaína que se consume en Estados Unidos, las empresas enfrentan muchos problemas de seguridad y muchas organizaciones internacionales se han ido del país mientras otras tienen que pagar grandes cantidades a los terroristas para no sufrir ataques.
Uno de los sectores beneficiados por la política del presidente Uribe ha sido la producción y exportación de flores. El año pasado se enviaron cargamentos valorados en US$ 686 millones a Estados Unidos, lo que hace de Colombia el segundo exportador más grande después de Holanda. Esta industria también ha sido una opción para campesinos y granjeros desplazados de las áreas del país controladas por la guerrilla.
El mes pasado Colombia comenzó negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la región andina, que beneficiaría también a Perú, Ecuador y Bolivia. La meta es cerrar las discusiones el próximo febrero y podría significar la apertura de nuevos mercados para las exportaciones colombianas, pero también mayor competencia. Otra controversia potencial en el horizonte es la esperanza de Uribe de lograr un segundo período presidencial, por ahora no permitido por la constitución. Ese obstáculo y las políticas impositivas del presidente le dan algo de inquietud a la clase adinerada (la tasa corporativa es del 38,5%). No obstante, los dueños de negocios se muestran optimistas. Es un claro cambio de tendencia, aunque no signifique que Colombia esté al final del túnel.
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Este es el resumen del artículo "Las calles seguras" publicado en Junio 21, 2004 en la revista Forbes.
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