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El mejor vendedor de Estados Unidos |
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| En 1966, Arnold Schwarzenegger compartió sus sueños con un amigo, y le dijo que quería vivir en Estados Unidos para convertirse no sólo en el fisioculturista más conocido del mundo, sino en estrella de cine. Pero, tal vez, le faltó añadir que quería emparentarse con una prominente familia estadounidense y ser gobernador de California, sin mencionar ser la estrella más taquillera de todos los tiempos y convertirse en un hombre de negocios. Pero Schwarzenegger tuvo que demostrar que el fisioculturismo era tan legítimo como cualquier deporte. Luego, tuvo que vender la imagen de un actor extranjero con un acento peculiar y fornidos músculos. Y, más recientemente, ha tenido que convencer al electorado sobre su capacidad para administrar, pese a su escasa experiencia política. Después de todo, nadie puede dudar que Schwarzenegger sea el más grande vendedor de esta generación.
El actor de películas como: Commando, Predator, Running Man y Total Recall, se ha caracterizado por haber alcanzado las metas que se ha propuesto, a fuerza de dedicación y constancia. Adicionalmente, ha brindado su esfuerzo a actividades de carácter social, como las Olimpíadas Especiales y la difusión de los beneficios propios del ejercicio físico y de llevar una vida activa. Su interés por la política dio sus primeros pasos en 1977, cuando declaró a la revista alemana Stern que una vez que su carrera cinematográfica menguara tendría que buscar otro centro de atención; quizá el poder. Esta idea se concretó en el 2003 con su lanzamiento a la gobernación de California.
Sabiendo que contaba con la simpatía de sus seguidores por su trabajo en el cine, Schwarzenegger no adoptó una campaña convencional, sino que dejó a un lado las entrevistas y debates en los medios de comunicación y se presentó como una opción totalmente novedosa. Se vendió como un “hombre del pueblo” sin intereses personales o particulares que perseguir. Arnold llegó a la gobernación con el apoyo de Republicanos, Demócratas e independientes. Pero ganar las elecciones es una cosa y otra el gobierno efectivo. Una de las medidas que tomó ha sido ampliamente criticada: la emisión de bonos como una solución para paliar la difícil situación económica del Estado.
Schwarzenegger ha logrado actuar como un árbitro o puente entre las distintas tendencias, y firmar acuerdos con organizaciones tradicionalmente hostiles a los Republicanos. Pero también ha optado por dirigirse directamente al público cuando no ha logrado respuesta. Tal situación se presentó en marzo pasado cuando algunos legisladores pensaban derrotar sus planes para reformar las leyes de compensación de trabajadores. El Gobernador optó por recolectar personalmente firmas en un espacio público para llevar el asunto a una votación general en noviembre. Finalmente, la reforma pasó sólo con seis votos en contra.
Hoy en día aunque nadie puede asegurar que Schwarzenegger sacará a California de su crisis, los residentes parecen confiar en su líder (recientes encuestas le dan un 65% de aprobación a su gestión). La interrogante mayor es si se le permitirá cumplir con sus funciones. Hace poco se presentó la solicitud de eliminar las restricciones constitucionales para optar por la Presidencia a quienes nacieron fuera del país. Para un hombre que ha logrado todo lo que se ha propuesto, puede que hasta la Constitución de Estados Unidos no sea un obstáculo. Esa sería, definitivamente, la venta más impresionante de todos los tiempos.
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Este es el resumen del artículo "El mejor vendedor de Estados Unidos" publicado en Julio 2004 en la revista Selling Power.
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