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Actuando correctamente y brindando bienestar | 
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| Las últimas cifras publicadas por Giving USA, un sondeo anual compilado por el Centro de Filantropía de la Universidad de Indiana, sugieren que la generosidad estadounidense (la donación que la población favorecida económicamente hace de su patrimonio a causas humanitarias) ha aumentado. En general, en todo el mundo existen signos de esta tendencia, a medida que crecen las fortunas y aumenta la población de mayor edad.
Medir la filantropía es algo difícil, pero es una tarea que se propuso un equipo de la Universidad Johns Hopkins, mediante el estudio de 36 países. Como resultado, se encontró que, excluyendo las donaciones religiosas, la tendencia varió en los países desarrollados en la segunda mitad de los años noventa de cerca de un 1% del PIB en Estados Unidos a menos de 0,1% en Italia. No obstante, estas cifras son de poca importancia en estados donde el gasto social es significativo (en Estados Unidos representa el 18% y en Gran Bretaña el 28%). En algunos países el dinero no lo es todo, por lo que se considera el dinero algo menos valioso que la donación de tiempo en actividades benéficas. En otras naciones también varía lo que se dona a causas religiosas y a las no religiosas. En Estados Unidos por ejemplo, los creyentes son más caritativos que los que no lo son.
En cuanto a las ideas en torno a la filantropía, algunas opiniones apuntan a que las organizaciones comunitarias y el voluntariado fortalecen la sociedad, pero otros, donde la provisión social es la norma del Estado, las actividades benéficas son vistas como una falla del Gobierno. En Estados Unidos, los donantes consideran que son capaces de distribuir el dinero más efectivamente que el Gobierno. En Europa, se ve la contribución privada como un complemento y hasta su estímulo pasa a ser algo pragmático, debido a la creciente población de más edad que cada vez se hace más difícil de mantener. En torno a los incentivos de la exención de impuestos para estimular la beneficencia, puede tener el efecto de que permita a la gente dar más con menos pérdida de ingreso, pero debe ser una medida extensamente evaluada para no caer en resultados perversos como favorecer a ciertos sectores preferidos por los donantes.
Tan importante como los incentivos tributarios es la actitud pública que afecta el comportamiento tanto de donantes como de favorecidos. En Europa, los ciudadanos se sienten intranquilos con la idea de competir para demostrar la generosidad pública y además se sienten incómodos con la idea de recolectar dinero, actividad algo nueva para esta región. En Estados Unidos, ha habido una explosión de nuevas fundaciones privadas de caridad, gracias al ingreso logrado en los años noventa en la era de las punto com. También existen nuevas organizaciones en Francia, Austria y Bélgica, y están aumentando también en Italia. Otro estudio muestra que en Alemania se crearon cerca de 200 fundaciones a principios de los años noventa. El crecimiento del número de organizaciones es una razón para creer que la filantropía puede estar desarrollándose en todo el mundo.
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Este es el resumen del artículo "Actuando correctamente y brindando bienestar" publicado en Julio 31, 2004 en la revista The Economist.
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